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Yo, Daniel Blake

Drama Por primera vez en su vida, víctima de problemas cardiacos, Daniel Blake, carpintero inglés de 59 años, se ve obligado a acudir a la asistencia social. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. En la oficina de empleo, Daniel se cruza con Katie, una madre soltera con dos niños. Prisioneros de la maraña administrativa actual de Gran ... [+]
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Críticas 97
Críticas ordenadas por utilidad
20 de agosto de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más el tándem formado por Paul Laberty y Ken Loach no defraudan, sino todo lo contrario, vuelven a dar en el clavo con otra gran película que se mete de lleno entre las mejores de la filmografía de este gran director, maestro del cine social. Sus retratos de la clase trabajadora son demoledores, concientizadores y necesarios. Lo único que se le puede achacar es que convierte sus films en un espejo demasiado realista de la sociedad y eso, lamentablemente, no siempre gusta.
En esta oportunidad Loach nos trae la historia de Daniel Blake, un obrero de clase media que, al sufrir problemas cardiacos, se ve obligado a acudir a la asistencia social ya que su médico le ha prohibido volver a trabajar. A partir de allí la vida de Blake será un continuo camino de obstáculos para tratar de lograr el fondo de desempleo que la burocracia del Estado le niega.
Una gran muestra de lo que es la negligencia estatal para otorgar ayuda a los más necesitados. Te deja un sabor amargo por la injusticia que atraviesa el protagonista por el solo hecho de reclamar dignidad ante su enfermedad. Asimismo la película llama a la concientización y a la lucha social para exigir un estado más igualitario, eficaz y justo. Emotiva, algo lenta pero con un buen mensaje. La recomiendo.
fermillo
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12 de noviembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es que es un director muy solvente. Que hace siempre más o menos la misma película pero entretiene. Aunque no da alegría al espectador.

Sus actuaciones son simplemente extraordinarias. Para mí ése es el secreto. Creerte de verdad las situaciones cotidianas que plantea. Ken Loach hace que vuelvas a darte cuenta de cosas que ya sabes que existen, pero las habías olvidado. Para ello se apoya en muy buenos actores y que sean poco conocidos para el gran público, así construye su realismo. Ofrece tantas realidades juntas que es difícil no dejarse convencer por el cine de este director.

Tanto para los cinéfilos más técnicos como para los que buscamos entretenimiento es una película bastante redonda. Dibuja escenas desde un punto de vista objetivo y le da matices de sensibilidad estupendamente marcados. Es un acierto verla si no tienes un mal día.
Batallans
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2 de mayo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace años que fui a ver esta película al cine y veo que le puse un 10.

No sabia porqué.

La estan echando en la 2, y lo voy entendiendo.

Es decir al principio parece una mas, una película normal. Pero no, poco a poco ves que tiene algo especial, desprende eso que tienen las películas maravillosas, de inicio a fin.

Maravillosas porque hablan de lo humano entre los formularios y las oficinas y las mentes cuadradas. Maravillosa porque habla de la ayuda vecinal dentro de los codazos y la competencia. Habla de poder, de poder personal y colectivo, aparecen voces suaves y tranquilas enmedio de gritos y estres. Es todo un logro en UK.

Y uno de los detalles que pueden hacer entender esta grandeza basada en lo pequeño es el tema de lo que hace la protagonista nada mas entrar al Banco de Alimentos, preguntar ''¿¿Tenéis compresas??''. La escena sigue pero no quiero 'Spoilear'; a parte hay otra escena entorno a los productos de higiene personal femenina básicos (como son compresas) y su elevado precio. Son detalles por ejemplo que los hombres -en general- no tenemos ni idea. Vaya la mitad de la población. Pues Ken Loach lo pone encima la mesa y un par de escenas giran entorno a esto, y ayuda a entender porque algo tan banal y tan normal como este elevado precio en productos de higiene personal esenciales son algo clave entre un simple ''ir justo de dinero'' y la pobreza mas angustiosa para una madre soltera.

Es todo un logro si hacer algo así sin caer en lo cutre ni lo lagrimoso. Emociona y sin musiquitas ni violines. Y interesa y vienen ganas de gritar al viento 4 verdades a políticos.

En esta película el señor Loach conectó conmigo. Tengo cosas que hacer pero es que no puedo parar de verla ahora en la 2. Es una maravilla.


Gracias Ken
Hälber
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22 de septiembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película, ganadora del mayor premio de Cannes en 2016 es una gran película de Ken Loach con un retrato sobre dos personas intentando sobrevivir en Londres y buscando ayuda de la burocrática y fría Asistencia Social.
Los protagonistas tienen sus luchas y las encarnan con sus altibajos y dolores, brillantemente representados.
El cine de Loach suele ser interpelador de los márgenes sociales; en este caso refleja a un viudo de 60 años que luego de quedar inhabilitado para trabajar por un tiempo se encuentra buscando una pensión en una institución que busca la forma de excluirlo y una mujer joven con dos hijos trabajando y haciendo de todo con tal de que a sus hijos no les falte en la mesa.
La cámara nos muestra a los protagonistas desenvolverse sin juzgarlos, siempre parada como testigo de los hechos.

Disponible en Netflix.
Nacho Lopez
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14 de octubre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Daniel Blake acaba de sufrir un ataque al corazón en su trabajo, su doctor le dice que no puede volver a trabajar, acude a las oficinas del servicio social para pedir un bono por incapacidad, pero este le es negado por no ser lo "suficiente discapacitado". A partir de aquí, Daniel lucha por mantenerse a flote, buscando un bono de desempleo mientras puede apelar a la decisión por su discapacidad para trabajar, en el camino conoce a una madre soltera de dos que le acompaña en la penuria.
Este filme, que le valió la segunda Palma de Oro a Loach, se destaca por su crudeza social y su emotividad palpitante; Daniel, que se nos presenta como un viejo cascarrabias, es en realidad, una persona con una vida dura, que se enfrenta a la posibilidad de quedar en la calle. A lo largo del metraje, Loach nos muestra los padecimientos de la clase media baja británica, que no consigue trabajo, que no tiene casa y que, sobre todo, tiene hambre; la escena en el banco de alimentos es probablemente una de las más duras de ver, que demuestra la sensibilidad de Loach a la hora de narrar.
"I, Daniel Blake" se destaca por su guión y por su puesta en escena conservadora, la historia maneja todas las cuerdas, con interpretaciones magistrales de Dave Johns y Hayley Squires, aunque los actores jóvenes se pierden un poco entre los minutos. No destaca particularmente en lo técnico, pero no lo necesita, su fotografía aporta la necesidad de melancolía y de tragedia, aunque recurra a unas disoluciones a negros en momentos forzada. La ausencia de música la beneficia, evita la cursilería melodramática en la que se hubiera convertido.
Al final, este filme abiertamente político comete un solo error, tornarse más político de lo que debería, a lo largo de la película se muestra inteligente en su caminar, la premisa habla por sí sola de su ideología, pero cerca del final el discurso parece dictado para que lo escuche el Primer Ministro, y aunque no está mal (todos sabemos la cualidad política del cine), hubiese disfrutado un final menos directo.
Oliver Zambrano Vegas
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