Los renglones torcidos de Dios

Cuando hablamos de una buena película estaría bien definir de qué estamos hablando.
Los renglones tiene un buen presupuesto y se nota, con actores reconocidos y ese envoltorio formal que le da caché a una película… pero dista mucho de responder las expectativas que genera.
No he leído el libro por lo que no puedo saber si es fiel o no, intuyo que lo es… porque tiene que resolver los giros de guión tal y como se plantean además de definir una protagonista femenina con olor a naftalina desde el inicio.
Bárbara Lennie no es una gran actriz, tiene actitud, belleza, elegancia y glamour pero definirla como la mejor actriz del panorama actual… quizá si lo limitamos a las nacidas en 1984… puede que sí. Su papel, carece del morbo necesario y la química imprescindible para interesar. Claro, es que los anodinos personajes masculinos (si, lamentablemente no se salva ni Eduard Fernández) no ayudan. Bárbara siempre es Bárbara… aunque reconozco que lo poco salvable de esta película (también porque le cae todo el peso) lo aporta ella o al menos sus escenas surrealistas…
Por lo demás la película es larguísima, dispar, fragmentada, teatralizada… a ratos ridícula… y lo vas sobrellevando porque te han contado que es una peli buena… pero no. Es una peli cara para el cine español pero ya. Desaprovecha el momento histórico (lo limita a colgar un cuadro de Franco en la pared…) nos marea en exceso y coloca sus decorados como si fuera un teatro o una foto fija.
En fin… a mí los giros de guión me dan bastante igual porque al final la sorpresa te la esperabas… lo no resuelto suele terminar aburriendo, el absurdo hay que manejarlo muy bien (así como Lynch) y la tensión sexual es algo que de puro simple resulta finalmente complejo.
Le doy un 6 porque hay mucho en la parte técnica valorable, pero casi me duermo.

Es una más que notable adaptación de una novela de Torcuato Luca de Tena. y se agradece ver películas de este tipo

Será porque la novela me pilla lejos en la memoria, será porque entiendo la enorme diferencia entre el lenguaje literario y el cinematográfico, o será porque me he vuelto indulgente... pero la película me ha gustado.

Es obvio, como muchos críticos aquí han comentado con acierto,que el final difiere en bastante al ofrecido por Luca de Tena en su novelón. Pero no creo que al espectador recién llegado a esta historia le moleste o le conflictúe.

Puede optar, si le apetece, por leer el original y disfrutarlo como yo recuerdo haberlo disfrutado. Es más, lo recomiendo pues es una grandísima obra de la literatura de los años 70, que trataba un tema tan importante como la salud mental, poco frecuente en la narrativa, y que hoy afortunadamente está cobrando la importancia médica, social e incluso política que merece.

Ya puestos en materia cinematográfica me parece una gran recreación de la época en escenarios, decorados, vestuario, incluso sin olvidar que en esos años fumábamos todos como carreteros. Y un guión capaz de no perderte y mantener el suspense.

Grandes interpretaciones de la mayoría del elenco, especialmente Bárbara Lennie como Alice Gould, a la que desconocía, en un personaje bien complejo y al que hubiera sido fácil caricaturizar. Curiosamente, y seguro que no se estará de acuerdo mayoritariamente conmigo, la interpretación del personaje del Dr. Alvar por Eduard Fenández no me ha convencido, y mira que es grande este actor. No sé, será porque el guión ha querido tanto jugar al despiste que ha despistado la interpretación... o tal vez las gafotas y el terrible peluquín que le han encasquetado.

Tendría que volver a ver la película para ver las costuras de esos renglones, y ver si están bien hiladas o si están deshilachadas, porque la película me ha dejado un poco descuadrado. Por lo que he leído, en el libro queda todo mejor atado. En la adaptación cinematográfica hay cambios que, para mi gusto, distorsionan para mal.

El personaje de Eduard Fernández resulta repulsivo, pero imagino que es lo que exigía el papel.

En el libro, el final también es diferente, y para mi gusto, más satisfactorio que en la película.

Consigue mantenernos pendientes de la intrigante trama. Bien ambientada y dirigida, pese a su duración no se hace pesada en ningún momento.

Buenas interpretaciones destacando la de Lennie, quien brilla con la hipnotizante gesticulación de su cara y la elocuencia de sus extensos diálogos. Lleva el peso de la película y nos mantiene en suspense en todo momento.

Complaciente al terminar recordándonos la sensación al acabar el libro.