Pues si señores. Eso es lo que me parece este "amago de película documental en fase de simulación". Y "continuada" porque no hace más que alargar el ya de por sí triste hervidero de películas españolas con las que se nos quiere hacer ver que el celuloide español no está inmerso en una decadencia de originalidad absoluta (véase: Física o Química, Mentiras y gordas, películas Almodovarianas, etc). Tragarse esta película es como ver las tomas falsas de El proyecto de la Bruja de Blair, película que tampoco es digna de alabarla pero que por lo menos fue pionera en la originalidad que tenian sus imagenes "grabadas in situ".
Catalogar a esta película como un film de terror, no es más que un mero insulto a cualquiera que aprecie un poco el séptimo arte, sea del género que sea.
No es terror apagar la luz, poner a la protagonista de espaldas a la habitación chunga, y de repente emitir un sonido estridente y molesto y poner la cara fea del zombie de turno en un primerísimo primer plano.
NO es terror situar a los personajes en el plano de tal manera, que hasta un niño sabría por donde va a salir el zombie malo y quién va a sufrir la mordedura infecciosa (véase spoiler)
No es terror cuando una película consigue el efecto contrario para el que se propone, es decir, risa. Por mucho que previamente a su estreno se nos indique que vamos a vivir el miedo.
Porque nada mas empezar a ver la película ya me había reído más que con El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo (que también provoca el efecto contrario al que pretende, provoca terror).
El personaje del policía nervioso, no el calvo de mala leche, sino el que se tira toda la película diciéndole a la protagonista que apague la cámara, es el que mas avergonzado hacía sentirme por ver esa película. Parecía La Pantoja con lo de ¡¡ No me vas a grabar más!!!. Nada creíble.
NO es terror zarandear de tal manera la cámara que nisiquiera sepas si el zombie malo es el zombie malo o es la pobre abuela que aparece en el pasillo para pedirte que le subas una bombona de butano al quinto.
SÍ es terror aguantar durante hora y media a la protagonista, que aunque premiada en los Goya como actriz revelación, todavía me queda la duda del videoclip que iba a presentar durante la pelílcula, porque sus gestos faciales son exactos a cuando presentaba en los 40 principales.
Total que si un día no te queda otra que quedarte en casa porque ves que esta nevando, que caen rayos y centellas, que hay toque de queda bajo pena de muerte y que una jauría de Locus avanzan impasibles por tu ciudad, y decides ver REC, que sepas que yo escogería bajar a la calle.
Lo mejor: que la época de mi vida en la que ví REC, ya pasó.
Lo peor: REC 2.