Me confieso fanática total del trabajo que ha hecho Ryan Murphy en American Horror Story, fanática desde la primera temporada y fiel seguidora de cada una de ellas sin embargo debo decir que su última temporada, Freak Show, me ha dejado un mal sabor de boca; aún cuando en sus primeros 3 episodios parecía totalmente lo contrario. Es bueno que una serie se reinvente y busque dar un giro distinto de lo que viene haciendo hasta ahora, sin embargo esto es un paso arriesgado y en el caso de AHS no le resultó tan bien…
Ambientada en Florida, en los años 50, la temporada nos lleva a uno de los últimos circos de fenómenos que funcionan para la época ¿bastante interesante no? Bueno hasta ahí llegó la emoción, un escenografía bastante buena, con escenarios tan sombríos como elegantes y misteriosos, desde el propio circo hasta la casa de Dandy y la guarida de Twisty son un derroche de excelente escenografía.

Y aquí comienza el verdadero terror. La nueva temporada de AHS nos presenta un guión pesado, inconexo y con argumentos poco sólidos. Creo que nadie en el universo entero se podría llegar a sentirse ligeramente identificado con alguno de los personajes de la serie, y eso que tenemos actores magníficos, pero de eso hablaré más adelante. Se acabo la temporada y esta nunca tuvo un verdadero “norte”, me quedé esperando por cual iba a ser el misterio que tendríamos que resolver, al mejor estilo de las temporadas pasadas como quien sería la suprema o quién era Bloody Face pero… nada. A mi parecer esto fue uno de los grandes desaciertos de la historia, dejarnos sin esa incógnita que tanto atrapaba al espectador.

Actores maravillosos lidiando con personajes planos y un tanto aburridos. Jessica Lange y Sarah Paulson hicieron un magnífico trabajo al igual que Evan Peters, pero no porque el guión los ayudara, sino porque son buenos en lo que hacen. En el caso de los freaks muchos conquistaron mi corazón, desde Ma’Petite hasta (inesperadamente) Twisty el payaso.

Lo mejor: El punto fuerte de la temporada fueron los actores invitados, a mi parecer, el mejor repertorio de invitados hasta ahora, sobre todo Matt Bomer y Neil Patrick Harris, al igual que Wes Bentley en el papel de Edward Mordrake.
Lo peor: Cero tensión, cero tramas verdaderamente envolventes. Falta de eje central en la historia