La temática es buena, y la calidad de la ambientación impecable. Sin embargo, está repleta de escenas innecesarias que no aportan información y no ayudan al contexto. El desarrollo de la historia en algunos puntos se hace lento, lo que lleva al espectador a perder la atención con facilidad. Es una película que podría haberse hecho en 100 o 110 minutos sin perder calidad, y evitando la sensación de algo "tedioso". El final, cuanto menos, esperado. Teniendo en cuenta el año en el que ocurre, el lugar, y la edad de los personajes, es lo que cabe esperar desde el primer minuto.
En ningún momento sorprende, ni provoca emociones intensas, ya que todo transcurre casi como esperas.

Delfines de plata podría haber sido una buena película debido a que tiene un guión relativamente original, pero aunque quiere abarcar muchas historias no lo hace de la manera adecuada, ni las enlaza de manera correcta.

Es notable la buena actuación de Rodolfo Sancho, Will Shephard y María Blanco, sin embargo, otros actores que aparecen unos pocos minutos restan credibilidad a la historia.

Está clasificada como thriller, pero para mi, no lo es. Ya que un thriller te mantiene en tensión y con los ojos pegados a la pantalla prácticamente desde el inicio. En esta película se pasan muchos minutos rodeando las historias de los principales personajes, sin profundizar en ninguna de ellas, y a veces, perdía la atención y desconectaba de lo que estaba pasando.
Tiene escenas muy buenas, no sólo por la calidad actoral, si no por los diálogos, y los escenarios. Por otra parte hay otras escenas en las que no se han puesto atención a los detalles, y algunos elementos del entorno no encuadran adecuadamente con el contexto de la escena.