Allen y cómo de una premisa un tanto banal (un grupo de hombres busca atracar un banco excavando un túnel) se despliega toda una crítica hacia las convencionalidades burguesas. Los primeros 25 minutos provocan carcajadas continuas ante la torpeza del singular grupo, pasando a continuación a un ácido retrato de cómo estos "nuevos ricos" tratan de asimilarse a la alta sociedad, sin mucho éxito. Les falta algo crucial: la "clase", el gusto refinado. Esto es algo que no se adquiere mágicamente al conseguir dinero, sino que este capital cultural va conformando a la persona desde su nacimiento; y nuestros protagonistas tienen origen humilde, lo que les garantiza el desprecio de sus nuevos amigos ricos.
Una historia simpática y sencilla sobre la hipocresía de las clases altas, con el particular humor "alleniano" pero sin su usual angustia implícita. Las bromas ganan mucho en la versión en inglés, pudiéndose ver mejor la comparación del slang con el estilo refinado. Recomendada.