El capítulo 2 de la historia de Pennywise me pareció un tanto innecesario en cuanto tuvimos certeza y confirmación de que la película se estrenaría en cines en este mismo año 2019, y visto el impacto que tuvo la película estrenada en 2017, era más que obvio que esta continuación podía llegar a ser un simple producto para atacar las carteras de los aficionados al cine, pero la película se hace en muchos puntos aburrida y lenta, 3 horas en las que te consigue mantener pegado a la pantalla sin poder quitar ojo de la trama argumental en tan solo los últimos minutos; la batalla final. La película no es para nada terrorífica, en ningún momento ha conseguido que de un bote en la butaca, como otras películas del mismo género sí han logrado, sin ir más lejos, su propia precuela; la sensación que sientes al ver esta película no la describiría como terror, si no más bien como tensión ante alguna escena agobiante y alguna que otra un tanto nauseabunda frente a monstruos que no consiguen dar miedo pero sí ser un tanto repulsivos; el mayor punto fuerte de esta entrega, sin duda alguna.