Nunca antes había dejado una nota sobre una serie o película, porque nunca antes había tenido tanta necesidad de compartir lo que me estaba explosionando dentro a causa de algo así.
Estuve años dudando si verla o no. Presentía que era de 'rascar muy dentro' y no siempre se está preparado.
Y así ha sido. La serie se te mete en la epidermis sin avisar. Y no siempre es cómodo, pero en mi caso necesario. Porque te acerca tanto a las historias que se comparten, que consigue que cada capítulo sea una terapia personal.
He llorado, reído, anhelado, conectado... me ha faltado el aire en muchos momentos, y en otros me han sobrado las ganas. Y aunque suene muy loco, he sentido tener una familia a través de la pantalla.
En definitiva, me ha hecho sentir de una manera bruta. Y no hay nada más bello que eso.