Aunque no llega a aburrir en casi ningún momento, la trama es demasiado absurda y con bastantes lagunas. Los momentos de supuesto humor, ya típicos tópicos de Marvel, dan como siempre bastante vergüenza ajena. Para señalar lo más negativo de la peli, hay que entrar en spoilers.

Cualquiera diría que han tenido que adaptar un tocho de 800 páginas. Han tenido 7 capítulos para contar una historia y el resultado no es más que una especie de parodia del libro.

Para la historia quedará el maltrato que ha sufrido un personaje tan rico e interesante como Antonia Scott. ¡Cómo explicarle a alguien que no ha leído el libro que esta señora es superdotada en lugar de la insoportable, anti carismática y desequilibrada mental que nos muestran en la serie!

Todas las actuaciones resultan sobreactuadas y de un nivel de obra de teatro de Colegio Mayor. Especial mención al personaje de Mentor, que con una actuación demasiado amateur, se hace imposible creer que este señor sea líder de cualquier tipo de organización.

Las escenas de Carla Ortiz aportan entre cero y nada.

Por supuesto, no falta el toque woke, impuesto por contrato y marca de la casa de Netflix, Amazon y Disney.

En resumen, desastroso resultado y oportunidad perdida de hacer algo original y divertido. Al autor le dará exactamente igual, con el pico tan apañado que le habrán dado por destrozar su libro (que tampoco es ninguna obra de arte).