A ver, voy simplemente ir al grano, a la gota que colmó el vaso: desaparecen 40 personas en un rancho de California en una tarde.
Sale por televisión una paisana en una conexión TV en directo.
Creo que dice algo así como que las autoridades declaran que en principio no hay ningún signo de asesinato, pero que en las últimas horas ha llovido mucho, y esto podría estar relacionada con su desaparición.
He oído bien? De qué cojones estamos hablando? Un tsunami? Quizá de repente haya llovido tanto que encogieron hasta desaparecer?

El rancho del tal Júpiter, el asiático américano del espectáculo ese fulero al que van 4 gatos, está al lado de la propiedad de los Haywood; de hecho se observa en la película que desde los terrenos de Haywood se puede contemplar la explanada dónde el Jup hacía el show (y supongo que vivía con su churri).
Pues bien, un día o dos días después (porque no pueden ser más) de que en dicho lugar hayan desaparecido 40 putas personas, nuestros protagonistas (los hermanos Haywood, el notas del centro comercial y el director místico-sonao) preparan lo que será la trepidante última y larga escena de la peli.

Pero a pesar de como digo, haber desaparecido 40 personas, allí no aparece ni dios. Ni periodistas. Ni policía. No se acordona nada, Nadie viene a interrogar a los Haywood ni a echar un vistazo. Nada. Me paso por el forro de la huevada cualquier atisbo de lógica y de coherencia porque si no es imposible rodar el final. Y ancha es Castilla.
Ah bueno, que aparece de la nada en moto el cuñao de TZM jaja.

Curiosamente el motorista es protagonista de uno de los numerosos momentos de cachondeo que abundan en el largometraje.
Nos hemos cansado de ver a lo largo de la peli que el aparato/animal que surca el cielo tiene influencia en los aparatos eléctricos, coches y demás objetos de este tipo.
No voy a ser tan puntilloso como para discutir esto, lo acepto y punto. Es lo que hay, puedo vivir con ello. Cuando tu coche o teléfono o cámara digital se acerca a la zona de influencia, pues de repente se apaga.
Pero entonces llega susodicho motorista petándolo con la moto a más de 100 km/h como un monstruo en busca de aventura, llega a la "zona de influencia", y la moto se apaga? No señores, no se apaga: se frena de golpe y en seco (?!!) y el piloto salta por los aires y se mete una ostia importante.
Qué me estás contando, Peele...

... y termina precipitada y superficialmente, con un susto y un monstruo-pulpo poco conseguido.
Uno se quedó con ganas de saber más de esa mesa espírita que tan buena pinta tenía, de ese misterioso alemán, de esos libros de invocaciones...

Creo que es el protagonista, Will Thurbar (o algo así) el que dice que el arte moderno es necesario principalmente porque arriesga y no sé qué más. Pues bien, haciendo una analogía, este episodio sería una obra 100% clásica y nada moderna.

Muchas de las pinturas me parecieron basadas en la obra de Goya; en especial en las llamadas "pinturas negras".
Aunque no impactan ni la mitad, claro! están realizadas de forma muy "académica", sin la brutal expresividad e intensidad de las pinceladas del español; parecen casi viñetas de un comic grotesco.
No obstante y como decía, es difícil! Se agradece el esfuerzo.