Personalmente, más que reflejar un conflicto armado histórico, en esta gran historia, lo que el gran Stanley quiere tratar es un tema moral. La actuación de Kirk Douglas asombrosa en su papel de persona íntegra y cuerda que lucha contra su propio ejército, apelando al sentido común y la clemencia humana, lleno de buitres carroñeros y aduladores capaces de asesinar a personas inocentes con tal de conseguir una intachable carrera militar.
Simplemente una obra maestra.

La frescura, originalidad y todo lo bueno que tenía clerks, se perdió en esta segunda parte. Paso de ser una película de diálogos extraños, controvertidos y un cúmulo de situaciones absurdas, a una película típica americana estúpida que no tiene nada nuevo que aportar. Solo llegó a mantener algo de la esencia de la original. Según mi opinión clerks debería haberse quedado en blanco y negro.