No pensaba que iba a salir tan extrañado, estupefacto y contrariado del cine.
Escuchaba antes de ir a verla, muy buenas críticas, me hablaban de Malamadre como de un héroe, y me la presentaban como un peliculón.
No sé si la gente que me hablaba tan bien de ella vive en Los mundos de Yuppi, porque en mi vida he visto tanta invención y tantas cosas alejadas de lo que es realmente una cárcel y lo que sucede dentro de ella.
Inverosímil que los presos, además estos presos que son FIES, Ficheros de Internos de Especial Seguimiento, tengan bandejas de metal, conexión de TV, cada uno viste como quiere, y la disposición de la cárcel es de risa.



Sinceramente una película muy pobre, digna de un director novel americano con bajo presupuesto.

Eso si, impresionante la actuación de Luis Tosar, y Resines que es un jefe.

Justo cuando empieza a ponerse interesante se acaba la peli. Por eso se llamará mediometraje, porque se queda a medias.
Y es que nadie regaló nunca nada a nadie. Y menos derechos.
En mi opinión no tiene que ser la desesperación la que guíe nuestros actos.
La dignidad la decencia, la justicia, la honradez, la sinceridad, la humildad, el respeto, el amor, son valores y sentimientos muy denostados hoy en día. Tal vez somos demasiado humanos, para lo bueno y para lo malo.
Os recomiendo que la veais, ya que iguala "muy mucho" a las personas. Es decir, todos estamos expuestos a reir, pero también a sufrir. Sí, a sufrir. Somos iguales y así debemos ser tratados.
La reacción se opone a esta actitud, pero ojo, se opone ahora y siempre. Por eso, nosotros debemos luchar como hemos hecho siempre, es decir, como se hizo en el pasado. Las viejas maneras de lucha no han caducado. Ya que la misma guerra se sigue librando.
No podemos negar que vivimos en el momento de mayores avances en todos los sentidos, ya que vivimos en el presente y el pasado sentimos que nos queda muy lejos. Es solo una ilusión. El día a día es nuestro devenir. Hay que tener memoria. Rescatarla cuando sea necesario. Aprendemos lecciones muy valiosas de ella.
Aprovecho para saludar a todos los amantes del mercado, aquellos que aman el mercado pero no al tendero ni al taquillero ni a la que limpia, ni a la que cura, ni a la que te enseña, ni al que te ayuda...Amar es recomendable.