Evil Dead Rise nos trae una de las mejores entregas de la saga, respetando los cánones del género de terror y refrescando las bases de “Evil Dead”.

Reina el caso, brilla el Necronomicón y desfilan demonios. Hasta aquí no hay nada nuevo, sin embargo, lo sorpresivo para esta nueva entrega son algunos momentos perturbadores que vemos, el nivel de brutalidad que tiene; y los litros de sangre que nos ofrece. Literal, serán litros de sangre y carne lo que verán en pantalla.

Además, no sólo se limita a deleitarnos con su voracidad sangrienta, si no que nos presenta unos personajes agradables y carismáticos con los cuales alcanzamos a sufrir mientras los demonios hacen de las suyas.

Se agradecen los guiños a las dos primeras entregas de la saga y guardar un poco de ese humor negro característico de Evil Dead. Un buen resurgir de la franquicia.

65, es el mejor ejemplo que una buena idea no hace una buena película.

La película nos muestra como Mills (Adam Driver) viaja por el espacio transportando una “carga” pero su nave choca contra una lluvia de asteroides y cae en un planeta misterioso plagado de “extrañas criaturas”.

Adam Driver da lo mejor que puede, al mismo tiempo que su coprotagonista Koa (Ariana Grennblatt). Los efectos especiales están muy bien elaborados y la película tiene un par de escenas de acción muy bien logradas.

Sin embargo, el guion tiene unos agujeros enormes que te sacan del contexto de la narrativa y te quedas pensado ¿qué pasó aquí?

Cada que sale una nueva película de Marvel, trato de ser lo más objetivo posible (porque debo reconocer mi animadversión hacia la marca). Sin embargo, la veo, la vuelvo a ver y analizo tanto los puntos buenos como los malos, trato de darle peso a los puntos fuertes y loables, pero desafortunadamente siempre llego a la misma conclusión: Marvel y su séquito de fans (que hacen la marca más rentable hoy en día) tiran por la borda todo el talento que la marca Disney invierte (porque talento en sus producciones hay por montones).

¿Porqué? Tengo varios puntos que analizar.

El arco narrativo en la que Marvel sumerge a sus películas es repetitivo y monótono. Desde un inicio se plantea un conflicto que debe atravesar acciones que nos deberían llevar a un clímax para finalizar con una resolución.
Bueno, pues en Marvel (y más precisamente en la que nos corresponde ahora Wakanda Forever) esto ocurre a medias, pero donde más fallan es en la parte final: la resolución. Los conflictos terminan siendo resueltos con la MISMA respuesta que plantean en el inicio pero que absurdamente dejan de lado o ignoran, para volver sobre ella al final, esto hace que la película no avance mucho y solo sea rellenada por fórmulas de escenas de acción ya vistas.

Luego, vienen los problemas de duración del film y los F/X. Wakanda Forever dura casi 3 HORAS. Yo sigo sin entender esa manía que han cogido las películas de superhéroes de creer que la duración de la película esta ligada a su calidad. Y el tema de los efectos especiales: preocupante; tengo la impresión que en está ultima fase, Marvel pareciera que no invierte mucho, hay unos efectos malísimos y el uso del CGI a cámara lenta deja en evidencia esas falencias.

Para finalizar, la banda sonora si me pareció buena. La música encaja muy bien con algunas escenas; y pues sobre el homenaje a Chadwick Boseman muy bonito, pero tampoco es que se hayan lucido. De hecho, creo que esta es la razón por la cual la critica y el publico en general han sido condescendientes con esta película.

My Policeman nos narra un triángulo amoroso alternando las épocas de 1950 y 1990. Tom (Harry Styles) se compromete en matrimonio con Marion (Emma Corrin, Lady Di en "The Crown"), pero está completamente enamorado y tiene una relación en secreto con Patrick, un curador de museos.

Una historia de amor triste desde todos los ángulos, con un marcado énfasis en el engaño y la represión existente en la época sobre la sexualidad de los protagonistas. Interesante relato, sin embargo pudo profundizar mucho más en sus personajes.

Extremadamente innecesaria y larga, llena de clichés y no logra aportar nada a la saga, algunas de sus escenas parecen pegadas con babas (en un momento hay unos personajes en un sitio, y a la siguiente escena llegan a otro como por arte de magia, luego aparecen dinosaurios enormes de la nada), los personajes están mal interpretados y los giros argumentales son absurdos.

Ni siquiera la nostalgia, de la que hecha mano al traer de vuelta a los personajes de Laura Dern, Sam Neill y Jeff Goldblum, la salva.