Me he acercado a esta película sin ninguna pretensión y simplemente para que se me hiciese más amena la tarde del domingo, pero cuál ha sido mi sorpresa cuando desde que en el minuto 1 ya podía intuirse que no iba a ser la típica peli de humor negro.

Comenzando con que no sabes a qué personaje arrimarte, y siguiendo con que en la mayor parte de las escenas no sabes si reirte de lo que ves, o llorar por lo idiotas y manipulables que somos, sí somos. En primera del plural.

La crítica a diestro y siniestro es lo que me ha conquistado, junto a su final, del que no voy a hablar, porque hay que verlo. Recomendable al 100% tanto si quieres reirte de la humanidad como si quieres llorar por lo lamentables que somos.

Ya se dijo hace años, 'en internet, nadie sabe que eres un perro'. Y algunos perros, muerden más que otros.

Aunque la acción sucede hace más de sesenta años, seguimos teniendo a los mismos señoritos y a los mismos siervos. Cambia el discurso y cambian las formas, pero siguen arriba y seguimos abajo. La manera de servir no es tan descarada y la manera de someter se disfraza con falsa preocupación por el trabajador.
Como le decía el señorito Iván a Paco, el Bajo, cuando no podía ni ponerse de pie, pero se lo quería llevar de cacería 'hay que esforzarse, Paco'. El mismo humo que nos venden ahora.
Los gritos de 'la niña chica', que parecen las voces desesperadas de todos los trabajadores del cortijo. Tantas cosas que comentar de esta película, pero la mayoría ya están en otras criticas.
Qué dura y qué necesaria todavía en 2022.

La empecé a ver y aunque no sabía muy bien por dónde iba a salir, lo hizo de la mejor manera posible. Hay cosas que ya hemos visto antes, pero están bien enlazadas y proceden en todo momento. Los actores, muy correctos. Me conquistó la banda sonora, creando la atmósfera inquietante que necesita una película de intriga como esta. Buen trabajo, Snorri Hallgrimsson.

Sí que es cierto, que me pareció demasiado americanizada; sobre todo los hospitales y comisarias de policia, que se alejan bastante de lo que es un hospital público español medio, o una comisaria de barrio.
Me ha dejado rumiando y pensando en los personajes y la historia en sí; me gusta cuando una película genera esa sensación, cuando deja una especie de huella.

Me sorprende mucho que se la critique diciendo que es exagerada, que no es realista, que es una copia de Tarantino, etc. Imagino que aquellas personas que la critican tanto, también odiarán cualquier película de acción, de las que no soy especialmente fan, pero las cuales también suelen compartir las características que acabo de enumerar. Personalmente, me ha entretenido y visualmente me ha enganchado. Es una serie de acción, que si hubiese sido americana, pues igual nos la hubiésemos tragado sin quejarnos tanto.

No estamos ante una serie que nos vaya a abrir los ojos sobre ningún problema, pues creo el tema que trata no es nuevo y la historia que nos cuenta nos puede sonar, pero la forma de contarla me ha enganchado. ¿Que las protagonistas escapan de sus explotadores y estos son hombres? Bueno, eso no significa ni que todos los hombres son malos, ni que esta serie sea propaganda de nada. No exageremos, por favor.

Sobre las interpretaciones, no creo que nadie merezca un Goya, pero tampoco me parece una pesadilla. La banda sonora también me parece decente, aunque lo dicho, a mi parecer: lo mejor la fotografía, iluminación y vestuario. Visualmente notable.

El comienzo no le hace justicia a una película en la que poco a poco comenzamos a notar reminiscencias de títulos anteriores como Matrix, Her, Minority Report, Ex Machina, etc.
A partir de un mundo futurista que parece hecho de cartón piedra -el coche de la novia del prota parece proceder de un futuro inspirado en 1960- una no sabe si la película nos va a sorprender o si ha sido una recomendación de esas que no van a dejar huella. Y en mi caso, deja huella.
Pese a basarse en ideas ya vistas y conocidas, su planteamiento es original y sabe captar tu atención.
Su mezcla de acción con momentos cómicos y cercanos a lo gore hacen que ni por un momento te plantees cambiar a otra cosa. Y ya, como colofón, la reflexión que nos propone su final; sobre los avances de la tecnología y la IA -que tampoco es algo original-pero que te deja con la sensación de no haber perdido el tiempo viéndola.