Me hubiese encantado que esta crítica, mi primera, fuera dedicada a una de las series que más he disfrutado en toda mi vida. Y es que realmente hubo un tiempo en el que así fue.

Todavía me acuerdo de quedarme hasta las cuatro de la mañana devorándome cada episodio, sufriendo con cada final de temporada y el cariño (también odio) que acabé cogiendo a los personajes de este increíble y vasto universo.

Las primeras temporadas te enamorarán; desde el minuto 1 puedes ver que no va ser una serie como otra cualquiera. No todos los personajes que quieres van a sobrevivir; los buenos no están destinados a ganar y, de hecho, son los que más van a sufrir. Todo te va a resultar injusto pero, va a ser verosímil y coherente. No vas a poder hacer otra cosa que aplaudir, emocionarte y esperar con ganas al siguiente capítulo.

A nivel técnico, de principio a fin no se le puede poner una pega: cada batalla, cada escenario, cada atuendo y cada personaje está cuidado al máximo detalle para ser plenamente creíble.

La dirección es para quitarse el sombrero. Especial mención a Miguel Sapochnik, director de Hardhome, Battle of Bastards y The Winds of Winter (los tres episodios poseen un 9.9 en la página IMDB)

En cuanto a guion, hereda todo del libro (obviamente hasta lo que ha hecho George RR Martin) y qué decir, una gran obra de la literatura fantástica perfectamente adaptada durante 6 temporadas. La quinta temporada baja bastante respecto a las otras y la sexta temporada pese a no tener el apoyo de los libros mantiene la calidad de las primeras temporadas dándonos capítulos muy buenos.

Hasta este punto, contando las 6 temporadas mi valoración para Juego de Tronos sería un 9, casi la perfección.

Por desgracia la séptima y la octava temporada existen y, una vez finalizadas, más de una vez me he preguntado: ¿Mereció la pena el camino?

Hace aproximadamente un año y medio del final de Juego de Tronos y, a día de hoy, sigo sin entender el porqué de ese final y ese abrupto desarrollo. Para mucha gente el final fue insatisfactorio (entre los que me incluyo) pero mucho antes de que se estrenara la octava temporada, ya había múltiples muestras de agotamiento y ya se iba cociendo un guion realmente paupérrimo

Para la sorpresa de los fans tras la espectacular sexta temporada, los directores de la serie decidieron optar por dos temporadas y un total de 13 capítulos para cerrar la serie: 7 en la séptima temporada y 6 en la octava.

Obviamente, muy pocos capítulos para cerrar todas las tramas de esta serie. Durante estas dos ultimas temporadas se puede ver que hay prisa por terminar cada capitulo y que el guion no se cuida en los más mínimo. Personajes envueltos en cosas que ni les va ni les viene, situaciones incoherentes más propias de una sitcom que de una serie dramática, acciones de personajes que no tienen sentido dentro de su propio arco argumental y diálogos que resaltan lo evidente y no dejan pensar al espectador. Técnicamente sigue siendo bestial, pero una dirección de 10 no salva un guion de suspenso.

Hasta aquí ha llegado mi crítica. Si has conseguido aguantarme en primer lugar te lo agradezco. En segundo lugar, supongo que querrás saber qué opino y si te la recomiendo, ¿verdad?

Respondiendo a mi pregunta, para mí el trayecto no ha merecido la pena. Es una serie que se me hace imposible de volver a ver sabiendo que va a ser como ir a una montaña rusa, llegará a picos altos para acabar en su pico más bajo.

Aún así, recomendaría verla para que cada uno saque sus propias conclusiones. Al fin y al cabo, no tengo la verdad absoluta y seguro que pese al gran número de personas a las cuales les ha decepcionado el final, también hay un gran número a quienes les habrá gustado.

No sabéis como envidio a este último grupo

Nota final: 7

Ya hace 3 meses desde que termine Los Soprano y al pensar en ella a día de hoy no puedo evitar entristecerme.
Hacía mucho tiempo que al terminar una serie, película o videojuego me sentía de esta manera. Muchas veces hablamos de ese vacío que nos deja terminar una serie pero a las semanas o incluso a los días ya tenemos otra serie que ver y el proceso se repite.

Con Los Soprano nos encontramos con una excepción a esa regla. Pasarán años y años y seguiré pensando en los personajes de esta serie, en su mundo, en el significado de cada capítulo.

La serie trata acerca de Tony Soprano (James Gandolfini), un jefe de la mafia que a su vez es padre familia. Ambas familias, tanto la mafia como su esposa e hijos, se están yendo a pique y tras varios ataques de pánico debido al miedo a perderlo todo decide ir al psicólogo. Ya la premisa es interesante pero lo que viene a continuación es mucho mejor.

El retrato que se hace de la sociedad americana y el humor acido con el que se trata es inmejorable.

Es una serie que se centra mucho en el gris y deja de lado el blanco y negro tan característico de otras series. Tony es un buen padre, es cariñoso y es amable con la gente de su alrededor pero no duda nunca en matar, es un hipócrita, un mentiroso y hará todo por evitar que sus familias desaparezcan

Aún así esto no pasa solo con Tony, pasa con todos los personajes de la serie: Paulie (Tony Sirico), Cristopher (Michael Imperioli), Silvio (Steven Van Zandt) y así un largo elenco de personajes que nos agradarán y repugnarán a partes iguales.

Tiene un guion y diálogos con un subtexto muy profundo. De hecho, es la serie en la que mejor se ha empleado. Cada capítulo nos introduce más a ambos mundos, tanto a la mafia como la familia de Tony. Realmente mejora con cada temporada y podemos ver como la trama avanza y no se entorpece. Todas las tramas refuerzan a la serie y hace que no caiga en la monotonía.

Cada actor de la serie merece 10 Emmys, consiguen hacerte reír, cabrear, llorar y enfadar.

La dirección es maravillosa, todo está puesto por un motivo y no hay nada al azar. Se nota que en este proyecto había gente con ganas de hacer las cosas bien. Hay multitud de capítulos que toman rumbos muy alejados a cualquier otra serie permitiéndose el lujo de indagar en los sueños o representar el ánimo de nuestros protagonistas. Lejos de incomodar o sentir que está fuera de lugar, estos capítulos son de lo mejor de la serie y que en los tiempos que corren, quien sabe si hubieran dejado tanta libertad creativa como antes.

La música se te grabará en la memoria y descargarás los temas que aparecen para escucharlos.

En un mundo como en el que estamos ahora, solo podemos agradecer que Los Soprano exista como serie porque a día de hoy la hubieran querido alargar más de la cuenta o hubieran tomado distintas medidas cargándose la magia de la serie y lo que la hace única.

Si le dais una oportunidad, os prometo que nos arrepentiréis.

Por mi parte no hay mucho más que decir, tan solo gracias por leer y si la acabas viendo espero que consiga gustarte al menos la mitad que a mí.

Cuando pensamos en polémica y cine es inevitable pensar en las películas del que para mí es el mejor director y más importante de la historia del cine, Stanley Kubrick. Sus múltiples choques con Kirk Douglas, el estreno de “Eyes Whide Shut” (1999), el enfado de Stephen King con la interpretación de “El Resplandor” (1980), sus exhaustivas grabaciones que llevaban al límite a sus actores, su mal genio para tratar con las personas etc

Pero también, es inevitable pensar en él como lo que fue: un verdadero genio. Tenemos escenas que reflejan su importancia como director y un verdadero don para la fotografía: la escena del hueso mientras suena la pieza musical “Así hablo Zaratustra” en “2001: Una Odisea en el espacio” (1968), la escena inicial del duelo en “Barry Lyndon” (1975), la mítica frase “Here´s Johnny” de “El Resplandor” (1980) y así podríamos seguir con grandes escenas de sus películas que se han grabado en el imaginario colectivo y han sido parodiadas en múltiples ocasiones.

“La Naranja Mecánica” (1971) como no podía ser de otra manera juntó la polémica y la genialidad del director convirtiendo a esta película en lo que es: una obra maestra. Su estreno fue turbulento y multitud de gente la tomo por un producto violento e irreverente y no como lo que es, un reflejo de los miedos que había en la sociedad inglesa de los años 60. El desempleo (en la obra aparecen multitud de vagabundos), la violencia en las calles y la decadencia moral.

Si “2001: Una Odisea en el espacio” trataba acerca de la idea del superhombre y la muerte de Dios (elaborada por Nietzche en su libro “Así hablo Zaratustra”), “La Naranja Mecánica” nos presenta al humano forzado a funcionar como algo artificial mediante el método Ludovico y la muerte de la moral.

El protagonista de la cinta, Alex (Malcom McDowell), el que recibirá el método Ludovico, es un joven que practica la ultraviolencia, tiene escasa moral y no asiste a la escuela. Alex tiene una banda de 3 personas a los que llama "drugos" y junto con ellos, realiza sus fechorías. Durante toda la película se nos mostraran escenas violentas mientras suena música clásica y suena la música de Beethoven. Escuchar a Beethoven es el único hobby sano que tiene nuestro protagonista y es chocante que escuchemos a Beethoven, música clásica que relacionamos con lo puro y lo bueno, con actos impuros y malvados que nos hacen saber que Alex es un sociópata y que su mente funciona de una manera compleja y completamente distinta del resto.

Todos estos detalles hacen que "La Naranja Mecánica" sea una obra maestra y una película imprescindible para cualquier amante de este medio. Una película que cuenta con una historia compleja perfectamente filmada y con escenas que se nos grabaran para siempre.

Kubrick lo hizo de nuevo.

Hasta hace una semana "Dune" no existía para mi. Sabia que Denis Villenueve, uno de esos directores de quienes uno no se pierde una peli, estaba involucrado al igual que multitud de actores de renombre. Aún así, varias cuestiones hicieron que durante años no me interesara lo más mínimo. Durante la semana pasada una amiga mía me comentó de verme la primera película para poder ir a ver la segunda parte.

He de sincerarme, la primera cinta no me fascinó en exceso. La historia eso sí, me generó la suficiente expectación como para ir con ganas ayer al cine. Tras salir de la sesión, mis amigos y yo empezamos a dialogar acerca de nuestra opinión de la película (lo que se suele hacer tras ir al cine con amigos vaya).

En general todos estuvimos de acuerdo en que miramos el reloj en algún momento de la película y es que creo que el principal defecto, tanto de la primera como de esta segunda película, es la duración que posee, habiéndose alargado de manera innecesaria.

Personalmente no tengo ningún problema con que el transcurso de una película pueda llegar a extenderse a más de las dos horas o tres horas siempre que este justificado.

En "Dune: Parte Dos" opino que no lo está. Vemos muchas veces como las escenas se alargan de más o el uso excesivo de la cámara lenta. Yo salí del cine con muchísimas preguntas que en su amplia duración, la película no había conseguido responder. No soy un buscador de lo verosímil en las películas, ni mucho menos, pero creo que en una obra de unas magnitudes tan grandes como esta y el argumento que presenta, se tendría que haber incidido más en incluir escenas que rellenen algunos huecos argumentales (en zona spoilers comentaré un par).

Pese a todo en "Dune: Parte Dos" veo una grata mejora respecto a la primera; prosigue la historia de manera muy interesante, los personajes tienen un gran desarrollo y además la acción está dirigida de forma excelsa.
No creo que sea la obra maestra que mucha gente promulga pero para mi fue una buena forma de pasar la tarde con los colegas y eso es algo que el 80% de películas no logra hacer.

Sé que la crítica ha incidido mucho en lo negativo, pero os juro sentía la necesidad de poder comentar porque, a mi forma de ver las cosas, podía haber llegado a ser esa obra maestra que leí y que durante gran parte de la película creí ver. Además, creo que lo positivo de la cinta lo vais a disfrutar mucho más sin necesidad de que un servidor os lo cuente.

Su principal logro es que habiendo conocido este mundo en una única semana, tenga ganas de que salga la tercera parte y ver cómo siguen desarrollando.