Tan larga como hermosa, a mí me llegó al corazón.
En blanco y negro, que en ese tiempo transcurre la historia, la de ayer como la de hoy... que “hombre blanco hablar, con lengua de serpiente” (sic: canción del trovador español Javier Krahe), en el presente como en el pasado, en la historia del Amazonas, que es la de la VIDA resumida; en la historia del estúpido colonialismo europeo, en la historia del uso sistemático de la violencia despiadada como herramienta de poder que destruye personas y pueblos enteros, seres desubicados que vagan como fantasmas (no recuerdo el nombre que en la lengua de su pueblo perdido le da uno de los protagonistas) sin el abrigo de quienes educaron su infancia, eliminada su patria para siempre.
Los dos exploradores europeos de distinta época del siglo XX y los dos representantes de una cultura extinguida por la violencia colonialista, están igualmente desarraigados, los abraza la misma serpiente, y Ciro Guerra lo cuenta magistralmente, apoyado en una magnífica interpretación de los actores y en una fotografía excepcional. Y pudimos contemplar desde lo alto y desde el río, el territorio de Amazonas, como en un viaje astral magnífico.

“EL CUERPO DE LA MUJER, NO ES TERRITORIO DEL PODER”

Paulina, La Patota... Qué película magnífica (dirección, guión, interpretación, particularmente, soberbia por parte de la protagonista, puesta en escena...) sobre la libertad y la violencia. Qué elogio contundente, a la capacidad de decisión personal, a la inviolable libertad de decisión sobre sí misma, su cuerpo y su proyecto de vida, de una persona que, además, es una mujer (enfrentada como todas las mujeres estamos, a un mundo hostil en el que demasiadas veces nuestro propio cuerpo físico nos es enajenado por varones que sobre él pretenden decidir) ante la terrible situación de ser víctima de una violación en grupo.
Ojalá tomaran nota todos los casposos que en el reino español, verbigracia, existen, en pleno siglo XXI, de todas las edades, de todas las clases sociales, pero más, del poder político y judicial, de esta lección de ética sin concesiones que es esta película, remake de una anterior de 1960, con guión de Eduardo Borrás.

Ciencia ficción con sentido del humor chapeau, actuaciones magníficas, creíbles 100%, vestuarios "galácticos" y fieles a 1977 y... Guión bien hilado, que no nos hace perdernos en el argumento, puesta en escena brillante por actuaciones, dirección y efectos especiales y de maquillaje y vestuario y peluquería y dirección de todo ello, GENIAL. En fin, joya en el FICX 2017 Xixón, que recibió una laaarga ovación del público del que yo fui una persona más feliz por haber podido presenciarla en mi pequeña ciudad, en casi primicia.
(¡¡Yo no dejé de reír cada dos minutos más o menos, y el tiempo se me fue tan volando, como si a otra galaxia me hubiera abducido muy, muy felizmente)

Requisitos para ser una película sobresaliente:
*Un guión magnífico -sobresaliente.
*Una puesta en escena ágil, sobresaliente.
*Una (cuantas más, mejor), interpretación -sobresaliente.
*Una fotografía adecuada -sobresaliente.
*La luz imprescindible -sobresaliente.
*Escenarios y maquillaje y vestuario óptimos -sobresaliente.
*Ritmo sin concesión al aburrimiento -sobresaliente.
*La música y efectos de sonido envolventes -sobresaliente.
*Feed-back social óptimo -sobresaliente.
*Una dirección sobresaliente.


Pues estos 10 requisitos ha cumplido para mí, Requisitos para ser una persona normal, primer largo de la actriz, guionista y directora, Leticia Dolera, así como los 3 cortos que acompañaron a esta película, en el 53 Festival Internacional de Cine de Gijón.
Película “naïf”, resumió la propia Leticia Dolera, en la presentación previa con el público , en una exposición tan brillante, por aguda, ingeniosa y llena de buen humor, como la propia película y el guión que la vertebra, obra de ella misma también.
En estos tiempos oscuros, basada en ellos y protagonizada por la generación más estafada de este territorio en los últimos 50 años (la generación que con más medios y mimo habíamos conseguido formar en esta sociedad derrumbada, con el fin de que nos ayudara a mejorar aquí, no a hundirse individualmente emigrando, de nuevo hoy como ayer, fuera de esta tierra), Leticia y el brillante elenco de actores que dan vida a su historia, ella misma incluida, nos han dibujado un retrato social magnífico, en clave de humor, en forma de resituación positivista ante lo feo. ¡Gracias!!