Si bien ya hubo resbalones en la 7ª temporada, nada tiene sentido en la 8ª temporada. Sólo efectos especiales y un intento desesperado por causar sorpresa en el espectador, que arrasa con la historia y anula la emoción.

Interesante a nivel cinematográfico, en la manera de contar la historia y las imágenes y planos que utiliza, acompañado de un muy buen reparto. Sin embargo, falla la esencia, del jazz y del género humano (al menos de una mitad).
Primero, porque la parte fundamental del jazz es la improvisación y tocar en una banda es trabajo en equipo. La película exacerba la competitividad y un ambiente crispado en el que no puede caber espontaneidad ni espíritu creativo.
Segundo, porque la película se deja fuera a las mujeres, como si la buscada de la excelencia y la ambición fueran algo que no les atañe. Que la historia retrate un mundo mayoritariamente masculino no es excusa para la ausencia casi total de mujeres y el papel irrisorio de las que aparecen. No hay alumnas en la prestigiosa escuela de jazz y la única mujer que tiene algunas líneas en la película aparece en la historia "por guapa" y es criticada por no tener una carrera profesional definida. Habría sido mejor que no apareciera ninguna mujer y atisbar una crítica a un entorno excluyente, a mostrarlas descafeinadas, secundarias y sin ambiciones.