Haz click aquí para copiar la URL
España España · Alcalá de Henares
Críticas de DavidHitch
1 2 >>
Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
8
1 de enero de 2011
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermético, rígido, huidizo, parco en palabras, austero en cuanto a la expresividad emocional. Así era el genio del cine europeo, y con ello tienen que lidiar los dos valientes estudiantes holandeses de cine, Leo De Boer y Jurriën Rood, para lograr este documental.

Trece obras en cuarenta años, obras que encontraban a la mayoría de su público entre la gente de los círculos cinematográficos, obras, algunas, que lograron que quebraran productoras. Ese podría ser el balance de la carrera Robert Bresson, y, sin duda, lo será para muchos, pero ahí mismo también, por el contrario, encontrarán otros un verdadero alegato en favor del cine como arte. Un alegato que Bresson no se ha encargado de dictar ni de promocionar públicamente más que con la realización de sus propias obras. De ahí la importancia de este documental, así como de los pocos libros que entorno a su figura y obra se han escrito, para llegar a aproximarse a este genio del cine.

El arte cinematográfico, obviamente, se construye a través del lenguaje cinematográfico, y éste tiene sus propias reglas, códigos, normas... y lo mejor de todo, es que los espectadores estamos en pleno proceso de aprendizaje, así como los creadores en pleno proceso de enseñanza, aunque ninguno de los dos lo sepamos.

El teatro filmado, a pesar del tiempo que ha pasado desde que D.W.Griffith sentara las bases del lenguaje cinematográfico, sigue copando pantallas de cine, de televisor y ancho de banda de redes ADSL. Bresson, a su estilo, tal como otros grandes directores que ha dado la historia del cine, aboga por alejase de lo antes mencionado, apuesta por escribir, indagar, manipular e idear todo lo que sea posible a través de ese lenguaje, para crear experiencias propiamente cinematográficas, donde la combinación del vídeo y del sonido ahorre cualquier necesidad de diálogo y de sobreactuación.

IMPRESCINDIBLE, para cualquiera que se haya emocionado con alguna película de Bresson, y que quiera aproximarse a un intento, a su vez, de aproximación al autor.
DavidHitch
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
28 de julio de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando oigo eso de que no hay buen cine español, que el cine español no vale para nada o que no tiene nada que hacer frente al de otros países, me pregunto si lo que sucede es que no sabemos reconocernos, no sabemos mirarnos a nosotros mismos y encontrarnos tal como somos, con nuestras virtudes y nuestras debilidades.

Esta está algo lejos de encontrarse entre las mejores obras del cine patrio, sin duda, pero por ser relativamente actual y por su temática,cómo otro anodino verano familiar más en Carabanchel acaba convirtiéndose en una increíble aventura para todos sus miembros, creo que es un gran ejemplo de lo poco que nos conocemos como españoles o, mejor dicho, de lo mal que nos reconocemos si es que dejamos de valorar esta película.

Supongo que será difícil que si tu padre tenía un trabajo con despacho y conducía un BMW, tu madre vestía a la moda y olía a caros perfumes, y tú te has educado en un colegio privado y tus compañeros eran hijos de abogados y de médicos, te cueste conectar con la sensibilidad de esta película de caracter -créetelo- hiperrealista, pero para el resto, esto es un retrato de nuestra querida y dulce infancia sin maquillaje corrector alguno.

Para mí, la genialidad de la película está en adoptar el punto de vista de Manolito, un niño rollizo y bondadoso que hace lo que le dicen los adultos, y a veces por eso mismo acaba ganándose una colleja. Esa colleja, considerando la película como una redacción de Manolito de lo que han sido sus vacaciones, adquiere formato de pregunta por parte del espectador, de honda y casi compungida cuestión sobre si lo que acabamos de ver es una comedia o un drama. Lo que sí está claro es que es un canto a la honestidad, a la bondad y a la sencillez, características estas más preciadas que cualquier estatus social que hayamos podido dejar de disfrutar en nuestra infancia.

La considero una de las películas de mi vida, aunque entiendo que haya gente que la pueda aborrecer, tanto a la una como a la otra.

Afortunadamente, el sentido que le damos a la vida y a las cosas que nos suceden en ella depende de nosotros mismos. Esta película es un gran ejemplo de ello.
DavidHitch
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
27 de julio de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ocultación del tsunámi sanitario que se venía encima, la negación de lo evidente, la torpe reacción inicial y aparente falta de previsión, el desamparo de los profesionales de la salud, el desconcierto de los afectados, la creciente ola de histerismo, la absoluta ignorancia de qué tratamientos cómo y por qué funcionan, los frecuentes mensajes televisados de los políticos, su puesta en escena marcial, los espontáneos (ejem...) gestos de agradecimiento hacia los profesionales de la salud con los aplausos diarios, las imprecisas y confusas (y desde luego dolorosas) cifras de decesos, el "síndrome de estocolmo" según se iban sucediendo las fases del desconfinamiento, el aprovechamiento de la catástrofe para tratar de salir reforzados como políticos, y ni qué decir del sumiso acatamiento de cualesquiera actos que atenten contra la libertad de todo un pueblo.

Esta, más o menos, es la secuencia de hechos que nos narra este modesto aunque muy bien guionizado y realizado documental. Y se refiere a China, claro, donde parece ser que tuvo origen el coronavirus, en Wuhan concretamente, no se sabe a ciencia cierta si en una sopa de murciélago o de mono que alguien consumió en un mercado, o en algún otro laboratorio este sí relacionado con el siniestro Doctor Fauci.

Esa es pues la historia que se cuenta, su ambiguo origen, su desarrollo y parcial desenlace que hasta ahora todos conocemos. Ahora bien, no es ese el protagonista del documental sino uno de más interés: cómo el Partido Comunista Chino gestionó -por acción u omisión- esta severa catástrofe si atendemos al número de fallecidos. Resulta escalofriante la ausencia de humanidad para con el prójimo. El individuo no importa. El Partido lo importa todo.

Pero la cosa sigue... Más escalofriante resulta aún pararse a comprobar lo similar de la gestión política de esta llamada pandemia en China y en España, así como en otro buen puñado de países occidentales.

El título de esta crítica se refiere a una de la estrofas que suelen entonar los chinos, agrupados en público y con coreografías y cámaras mediante, cuando sucede alguna catástrofe en su país y acaban saliendo a flote -una de las muchas, en el documental se muestran más canciones similares. Justamente eso, los estribillos cantarines, es lo que echo en falta ahora si vuelvo la vista atrás hacia aquellos mensajes de "#salimos más fuertes" o "#este virus lo paramos unidos" de mediados de 2020 en España. Por lo demás, ídem.
DavidHitch
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
26 de julio de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde el punto de vista visual, esta película bien podría ser considerara una maravillosa colección de imágenes. Desde el inicio del segundo acto hasta el mismísimo final de la película, continuamente se ofrecen al espectador postales dignas de enmarcar y, dentro de lo que cabe, dentro de que se trata de una historia ambientada en el oeste norteamericano antes de que fuera conquistado por los yankis, donde los paisajes son en su mayoría infinitos prados y campos ligeramente ondulados cuya vegetación es suavemente acariciada por el viento mientras el Sol nos dice "hasta mañana" desde el horizonte, la variedad de estas composiciones pictóricas es amplia, y eso se agradece.

Igualmente, casi desde el inicio del segundo acto, cuando la narración adopta la primera persona y su ritmo se acompasa al de alguien que está descubriendo y viendo como nuevo algo que no tendría por qué ver como tal, poniendo atención en los pequeños detalles y en situaciones cotidianas, es palpable el origen literario de esta historia.

Sinceramente, siento interés por conocer la obra literaria de la que parte esta película y cuyo autor resulta ser guionista de esta última.

Más allá de la historia relativa al amor por el medio ambiente y el medio humano que tienen los indios, frente a la estupidez yanki es todas sus posibles manifestaciones, lo que realmente me interesa de esta historia es la transformación de su protagonista. La progresiva pérdida y, a su vez, progresiva ganancia de la identidad propia y de una nueva, respectivamente. Dejar de ser un teniente del ejército americano para llegar a ser un indio, un sioux. Es realmente impactante ponerse en su piel, y de eso mismo es de lo que, desde mi punto de vista, adolece esta película.

El gran drama -que no sé si será tratado como tal en la novela- es el cambio identitario que sufre este adulto. Una historia llena de matices interesantes, de situaciones que resolver, de miedos y complejidades, que es dejada en segundo plano en favor del conocido esquema "chico conoce a chica".

Este verdadero drama humano, dejar de ser quien eres para ser otro, encontrase a uno mismo en un lugar ajeno, abandonar lo tuyo por algo nuevo, es algo que la película refleja de manera somera, aunque creo que suficiente como para tratarse de una producción norteamericana.

Buena, larga y agradable película.
DavidHitch
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
31 de agosto de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Yo sé detectar a los sentimentales; eso es lo que me hace fuerte". Eso, o algo así, es lo que dice el jefe de la banda de mafiosos a sus secuaces en un momento de la película, y ese mismo rasgo -la sensibilidad- se convierte a su vez en clave para poder conectar con Koistinen, el guardia nocturno a través del que asistimos a una historia con todos los ingredientes del cine negro: una sociedad indiferente a tus problemas, una panda de malvados, una rubia que nos llevará a la perdición, un desgraciado, y la combinación perfecta de todo ello para que este último siga una tendencia que se precipitará al vacío.

Dado el ingenio de Kaurismäki, es de considerar que ni una palabra, ni un sonido, ni una imagen, ni ninguna relación entre todo lo anterior es algo casual o vacuo. Todo aporta, pero no por mera yuxtaposición. Esto es algo que he ido entendiendo y sintiendo a la par que he ido discurriendo por su obra. Así, veo sus películas -esta en concreto- como florecientes, líricas, con sutiles pinceladas llenas de intención.

En esta película parece ser minimalista, escueta, austera, fría, pero, paradójicamente, se atreve a mostrar el mayor drama humano, el que más nos ha de conmover: la desconexión del hombre respecto de todo lo que le rodea, incluso de su propio porvenir.

Kaurismäki concluye su trilogía denominada "Finlandia" diez años después de que la iniciara, mostrando cómo el mismo hilo conductor, común a las tres películas, crece en cuanto a su actualidad conforme pasa el tiempo. Ese drama humano de la desconexión de cuanto a uno de rodea bien puede comenzar por perder tu empleo, o por tener uno que no te permita desarrollar otros aspectos de tu vida, o por una gran necesidad de sentir la cercanía de alguien, o por no saber sentirla, o por no saber darla.

Este director resulta excelente para aproximarse a diferentes temáticas sociales, como, en este caso, a la fragilidad de una vida humana aislada, con débiles conexiones con cuanto le rodea, o con cuanto le podría rodear. ¿De qué depende el equilibrio de una vida? ¿Sólo de uno mismo? ¿Cómo de determinantes podemos llegar a ser en el devenir de los acontecimientos que van conformando nuestra vida? Cuestiones de este tipo -entiendo que incómodas para la mayoría de los espectadores- son a las que nos dirige esta película; colofón de una trilogía que bien podría ser considerada un tratado.
DavidHitch
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow