Juego de Tronos, Spartacus, Lost (las 5 primeras temporadas), Dexter... Es la época dorada de las series. Los buenos guionistas hace tiempo que se fueron (¿o los echaron?) de Hollywood. Da gusto sentarte en el sofá y disfrutar durante 40 minutos (o lo que dure) de una buena historia.
"Juego de Tronos" es una historia medieval, con pequeños toques de fantasía que aderezan pero no se cargan el sabor del plato principal,

Este es un claro ejemplo de productores que quieren estirar más de lo necesario una franquicia.
La saga "En busca del Valle Encantado" estaba claramente planificada como una dodecalogía. Creo sinceramente que con la decimotercera se ha traspasado la fina linea que separa la genialidad del abuso. Se podría decir que esta película ha estado a punto de empañar el magnífico trabajo realizado durante siglos por los responsables de las 12 anteriores entregas, pero no lo diré. No permitiré que este burdo intento de exprimir la teta jurásica de la saga empañe los excelentes momentos que pasé con las otras 12 películas.

Lo mejor:
·Ser el primer ser humano en utilizar la palabra "dodecalogía"

Lo peor:
·No saber que palabra utilizar para una saga de 13 películas (¿trecicalogía?)

Truño. Ñordo. Gran Cagarro. Pedazo de Mierda. Todos son calificativos que no hacen justicia al brutal despropósito del tal señor John Carter. Pregunta: ¿Cómo narices consiguió que alguien le produjera esto? ¿Cómo alguien puede jugarse su dinero, se supone que después de leerse un "guión" como éste? Sólo se me ocurre una explicación que lo podría justificar, y es que en el momento de hablar con el productor, el John Carter este le enseñara una foto donde debían de aparecer su mujer y sus hijas, maniatadas y parcialmente mutiladas junto a un señor musculoso de unos 2 metros con la cara enfundada en una capucha de cuero y con un machete de 70 centímetros manchado de sangre. Es más, suponiendo que esto pasara, tampoco estaría justificado que le llegara a producir esto, pues el dolor que le supondría la pérdida de su familia no sería comparable al dolor que sentí yo y las miles de personas que han visto la película por la pérdida de esa hora y media que podríamos haber destinado a actividades mucho más saludables para nuestra salud mental como consumir drogas o ver Sálvame Deluxe.
En fin, que no me ha gustado y no la recomiendo.

Qué vida más triste es el claro ejemplo que con pocos recursos pero ideas originales se puede hacer más que con presupuestos de decenas de millones sin imaginación.
Está claro que no marcará un antes y un después, pero es de esas series que te enganchan por su forma de explicar lo cotidiano (a veces no tan cotidiano) desde un punto de vista muy divertido, con un protagonista que es todo lo contrario de lo que cualquiera querría ser pero con el que tenemos más en común de lo que queremos admitir.
Es una serie ágil (tramas de 5 minutos), original y repleta momentos memorables

La verdad es que no esperaba gran cosa de esta película. De hecho cuando la empecé a ver no sabía ni qué película era.
Empieza raro, dudas de si seguir viéndola o no porque parece la típica película de drama social aburrida con diálogos que quieren ser trascendentales y hacerte pensar pero que no dejan de ser filosofadas típicas y tópicas.
Pero sigues viéndola.
De repente una serie de flashforwards te indican que la película será mas del estilo