Es una mini serie romántica, triste pero preciosa a la vez. De esas que te llegan a lo más profundo de tu ser y, una vez vistas, te dejan huella. Te hace replantearte la vida y dar prioridad a aquellas cosas que de verdad importan como el amor o la familia.
Tiene todos los ingredientes para enganchar al espectador: unas actuaciones impresionantes, unos paisajes de ensueño, una trama que engancha, dos familias caóticas, dos cruces culturales, un guión impecable… Y, si encima, te gusta la moda, Zoe Sardaña te enamora con todo sus estilismos.

Lo mejor de la película, las interpretaciones de las protagonistas (impecables) y ese guiño a los 90 (para los nostálgicos como yo). Una pena que el guión no estuviera a la altura. Al final te quedas con la sensación de que parece que vaya a arrancar pero nunca arranca, se queda atascada entrando en un bucle del que no sabe salir. La película termina igual que empieza, sin que pase absolutamente nada.

Creo que es la primera vez que no tengo miedo de hacer un spoiler de la película... Qué spoiler puedo hacer de una película en la que no pasa nada?

Inspiradora, vibrante, sensual, cautivadora... La belleza hecha película donde es imposible no tocarte el alma.

Cuando juntas a unos actores impecables, una localización al más puro estilo mediterráneo, una BSO que sabe a nostalgia y te transporta a aquel verano inolvidable y te pone los pelos de punta con los primeros acordes y un guión sencillamente perfecto, el resultado no es otro que este, una película sencillamente perfecta, donde menos es más.