Es la mejor historia que se haya contado en la historia de la televisión. La "americanada" sólo se les nota en el vocabulario. Está buenísimo que no nos guste Hollywood y sus productos y sus elementos. Pero también está bueno no tener tanto prejuicio con todo y aceptar de manera un poco más objetiva que Six Feet Under es una de esas joyitas que muy rara vez podemos tener frente a nosotros. Creo que las críticas válidas son las de aquellos que han visto toda la historia de principio a fin, porque no es correcto hablar mal de algo que no se conoce en su conjunto. Sé que estoy pecando de totalitaria, pero no sentir empatía por las situaciones que viven los personajes es casi imposible.
La serie la ví una vez que estuvieron editados todos los DVD. Y en muy poco tiempo ya había visto todas las temporadas. Al poco tiempo las volví a ver con más tiempo junto a mi marido que decidió engancharse a partir de mis elogios. Aquí fue mi oportunidad de digerir realmente, que estaba en presencia de una maravilla. Porque la primera vez que la vi sola, la devoré como quien ve una de esas series tipo Lost que querés a toda costa saber que pasa en el próximo capítulo; pero en la segunda vista que me tomó más tiempo, aprendí a apreciar cada momento, cada diálogo, cada silencio, cada segundo...
Y lo que me pasó fue muy raro porque si no la estaba viendo extrañaba a los personajes. Es que están tan bien reflejados que uno siente que los conoce tan íntimamente como para saber que están pensando cuando se quedan en silencio. Y que en una historia se logre eso es palabras mayores.
No voy a agregar más que: el final, visto en retrospectiva, no podía ser de otra manera, sin embargo, no lo esperás, simplemente te sorprende y te pone a moquear a lo loco y de una manera tan sentida que realmente tenés la sensación de que murió un ser amado.

Me encantó, me encantó, me encantó. Hace 10 días la vi por segunda vez de casualidad en el cable y me volví a enamorar de esta historia magnífica que cuenta como nace el amor entre dos personas sin los consabidos recursos lacrimógenos o fórmulas repetidas de los cuales tanto se sirven en el cine romantico-comercial (Hollywood sobre todo).
El aspecto técnico que es inmejorable: desde los colores, la iluminación. la fotografía, la dirección; todo de primera.
Las actuaciones también son impecables. El personaje de Franka Potente es una maravilla, transmite bondad y dulzura y falta de queja a pesar de tener una vida para nada envidiable. El personaje de Benno Fürman, me generó dos sensaciones opuestas: por un lado te dan ganas de abrazarlo, por el otro de mandarlo a dar un paseo.
Toda la historia te atrapa y te envuelve, te hace sentir y te susurra al oído que siempre es posible enamorarse...

Me resistí durante años a ver esta cinta, porque tenía mis sospechas de que no me perdía de nada, pero ante la insistencia de un amigo, tomé valor y la pedí en el video club.
Si bien la película no es un bodriazo de aquellos, tampoco es una pelicula genial, se deja ver, pero es la típica peliculita norteamericana: entretenida pero intrascendente.
Le ha faltado más agite. Es cierto que lo que pasa en el relato lo conocemos desde la perspectiva de un chico de 15 años (supuestamente es el mismisimo Cameron), pero lo que no me creo ni un poco es que, un púber en semejante coyuntura no se haya desbordado en ese universo de drogas y rock and roll (yo misma lo hubiera hecho).
Y la historia que comienza como secundaria (la chica que se enamora del músico que ya tiene novia), se roba casi todo el protagonismo, obviamente es el típico papel a medida para que luciera su "encantadora" manera de actuar esta chica Hudson.
Lo absolutamente rescatable es la música, sobre todo los tres o cuatro temas que hay de Led Zeppelin, cosa que me sorprendió gratamente, ya que no es habitual escuchar música de esta banda en largometrajes.
Mi conclusión con respecto al film es que realmente si no lo hubiera visto era lo mismo; que faltó mucho sexo, drogas y rockanrol y que a los amigos no hay que hacerles siempre caso cuando nos recomiendan pelis.