Tres historias unidas forzadamente al final, lo que hace cuestionar la verosimilitud de la película. Parte del reparto ofrece actuaciones memorables, otros actores, en tanto, parecen novatos en un proyecto de titulación.

Demasiados actores connotados. Tantos que no se alcanza a profundizar lo suficiente en sus personajes. Al verla trae a la mente la película Epidemia (1995), protagonizada por Rene Russo y Dustin Hoffman. Deja la sensación de ser un telefilme más de la mecánica industria audiovisual estadounidense.

A pesar de que la premisa de La huérfana se asemeja bastante a la de El buen hijo (1993), al final tiene un giro de tuerca que la hace memorable. Eso sí, no pasan desapercibidas un par de lagunas que le restan verosimilitud a la historia. Tiene buen ritmo y un pequeño toque de humor negro. Isabelle Fuhrman se luce en su interpretación de Esther.

Esta película parte tan rápido que las primeras escenas parecen un tráiler de larga duración. A medida que avanza, disminuye su ritmo y entretiene a ratos, sobre todo en las escenas de cama. El conflicto principal de la película —los sentimientos versus el placer físico— se resuelve demasiado fácil al final, dejando la sensación de que la película nunca existió o, al menos, no dejó ninguna moraleja. A pesar de todo, tiene sus momentos divertidos.

Interesante tema el de la inmigración ilegal a través de barcos de pesca, pero a momentos la película avanza demasiado lento y se hace eterna, lo que es curioso si tenemos en cuenta que solo dura 90 minutos. Con un final repentino, la cinta deja muchas preguntas sin respuesta. No queda claro qué pasa con los protagonistas.