Los personajes son prototipos de las nacionalidades que representan. La pelicula esta bien rodada, los actores lo hacen bien, y la pelicula trascurre como un rio tranquilo, donde no sorprende nada.

Recomiendo no leer nada sobre el argumento y dejarse sorprender por el grado de cutrerío “fino” que destila la película. Para entenderla mejor, supongo que necesito conocer más películas de John Waters y esas obsesiones que muestra sin pudor. Esta pelicula ha sido la presentación formal del universo fílmico de Waters.
Me da envidia tener un trabajo donde puedas expresarte tan claramente, contar lo que quieras y lanzarte sin miedo a rodar, aunque los actores reciten el texto sin ningún tipo de pasión en algunas escenas, y sea una cinta que podría entrar, salvando todas las distancias, en el universo dogma, importa más el realismo de la escena que mostrar un plano bueno.
Salvando las inmensas distancias entre un universo y otro, Waters hace el mismo ejercicio que Lars Von Trier, un desnudo integral de todas sus fobias y pasiones y las comparte. A veces no hay forma humana de entender nada, y te quedas con la parte más casposa de la historia.
No te deja indiferente, y por supuesto si te gusta tienes un sitio asegurado en el universo más alternativo. De todas formas, espero ver alguna película más de Waters y conocer mejor su trabajo.