Una serie con un guion espectacular y con una narrativa realmente bien elaborada e interesante, puntos de giro geniales y bien definidos. No obstante, incluye personajes innecesarios y algo de relleno, así como una saga sin importancia ni razón de ser que solo sirve para justificar el mayor punto de giro de la temporada.

En fin, pese a lo anterior, es una serie intensa, emocionante, muy elaborada e inteligente, y definitivamente no apta para cardíacos o amantes de los clichés; vale la pena seguir con la segunda parte, sin duda alguna.

Pocas veces vi una historia tan bien armada e inteligente, con buena dosis de drama y política, todo en un thriller, no se diga el épico final al que la narrativa conduce de forma excelente. Si bien la primera temporada tenía relleno, esta tiene mucho menos, pero aumenta en personajes de relleno (lo cual es peor), y cae en la exageración en varios puntos.

La comedia y sub-tramas relacionadas a los personajes innecesarios buscan darle a la serie un toque comercial que no le va. Además, con lo maquiavélico de la historia, es molesto que el guion trate de justificar a Lelouch SIEMPRE, e "incline la balanza" de modo que el espectador siempre esté de acuerdo con él, no importando lo cuestionable que sea.

Como sea, nada le quita que sea una historia magnífica, técnicamente impecable, y definitivamente una serie que jamás me hizo dudar si había hecho bien al verla, pues me lo recordaba capítulo y lo confirmó el final.

Lo mejor es el guion. Tiene ideas implícitas y bien logradas, desde cuestiones típicas como adoptar expresiones pragmáticamente torpes, satirizadas en diálogos o situaciones, hasta otras más introspectivas y complicadas de desarrollar y representar visualmente como las múltiples interpretaciones que surgen del simbolismo, por ejemplo, del tío de Paco o del Síndrome de Estocolmo de este. Si bien el desarrollo superficial del guion es el de una comedia absurda (que generalmente no requiere mayor ingenio), la implicación de significado al mismo lo hace mucho más profundo (y vuelve al filme una comedia absurda con ingenio real). Me queda a deber en cuanto a aspectos técnicos. Sé que producir en Guatemala es difícil, pero hubo algunos errores que, para mí, pudieron haberse evitado aun así. Unos cuantos planos feos por ahí. Además, asumo que por lo mismo del aspecto visual, en algún punto la película se llega a sentir larga, interminable. Considero en ella un abuso de planos informativos, unos cuantos eventos narrativos prescindibles, y lenguaje soez de más.

En conclusión: "Aquí me quedo" no es para quien busque una película de argumento complicado y puntos de giro muy elaborados, ni para quien busque una comedia que recurra a cualquier nimiedad con tal de sacarle la risa al espectador; "Aquí me quedo" es para quien tenga ganas de reírse con ironía, sarcasmo, humor común y, al final, quedarse pensando y no tener la sensación de haber visto una película solo por matar el tiempo.