Muy buena película que cuenta los hechos alrededor del crimen pasional de Santiago Nasar a manos de los hermanos Vicario. Basada en la novela homónima del Nobel colombiano Gabriel García Márquez.
Difícil adaptar al cine el estilo complejo e inmensamente rico de García Márquez, sin embargo, la película logra explicar con cierto nivel de detalles y guardando cierta fidelidad al libro, los acontecimientos previos y posteriores a la tan esperada visita del obispo a la ciudad de Mompóx, a orillas del Magdalena.
Sin duda alguna, la anunciada muerte de Santiago Nasar, nos muestra la naturalización y la casi indiferencia ante la violencia, presente en la idiosincrasia de un pueblo cansado pero al mismo tiempo acostumbrado a la ley del más fuerte, del más bravo y a tomarse la justicia por mano propia. Igualmente, se hace mención a elementos propios del colonialismo como las casonas y sus esclavos, el comercio fluvial y un sistema educativo y de valores conservadores acuñados en la imposición cristiana del catolicismo.
Me gustaron mucho las citas literales de la novela que por momentos tomaron parte en el filme, así como las tomas realizadas a los paisajes propios del universo tropical del río grande de Colombia. Finalmente, declarar que, aunque permanece como un misterio la culpabilidad o no del mencionado mártir, yo también me hubiera hecho matar por Ángela Vicario!

Excelente película que toca el tema de la desigualdad social, la marginalidad y la falta de oportunidades en el mundo suburbano de la Medellín de la década de los ochenta. Basada e inspirada en los diarios escritos por Ramón, uno de los protagonistas de la historia.
Realizada bajo condiciones naturales propias de los barrios marginales en las montañas de Medellín, el film logra mostrarnos la pintoresca, cruda e desesperanzadora realidad de los jóvenes que crecen en ese entorno.
Pienso que Rodrigo encarna la desesperanza de un joven sin oportunidades, cuya única escapatoria parece ser la rebeldía expresada a través de la música, representa la soledad, el abandono y la falta de conciencia del mundo citadino, donde cada uno se preocupa por sí mismo y no hay más valores que los propios y únicamente importa el progreso en términos materiales a cualquier costo.
La película, aunque indirectamente, retrata también fenómenos sociales como el sicariato juvenil y el tráfico de estupefacientes. Problemas estos que resonaron en los años ochentas y noventa, no solo en Medellín sino en todo el territorio nacional y que sin duda guardan una relación estrecha con los dramas alrededor de cada uno de los personajes.
Me encantó la forma como a través de la música Punk y Metal, los personajes consiguen, aunque momentáneamente, escapar de su realidad desolada y abrumadora, expresan sus ansias de libertad y dejan volar su más ardientes ambiciones. Asimismo, el papel de Ramiro Meneses como Rodrigo lo encuentro monumental, sin embargo, para mí el verdadero protagonista de la película es el viejo Ramón, no sólo por ser el guionista original, sino por sus constantes apariciones y su capacidad para ponerle chispa a cada situación y representar con tamaña naturalidad el diario vivir de un joven abandonado a su suerte en una comuna. Curiosamente, era el amigo de todos pero al mismo tiempo el más incomprendido.
En definitiva, y a pesar de algunos problemas técnicos en relación al sonido y la imagen, esta película consigue despertar nuestra atención ante un fenómeno de exclusión social que increíblemente no deja de ser el pan de cada día para muchos jóvenes de barrios populares de Colombia: "no es que la cuestión no es de ánimo, Botao estás vos, estoy yo y estamos todos, sopas! No me probastes ome, ah bien, voy pa’ onde una señora a darle una razón. Dinero, angustias, dinero, sistema!"

Muy buena película que trata sobre el encuentro de varios personajes y sus respectivas historias en un espacio común, la casona Araucaima, lugar que parece estar detenido en el tiempo y que determina no solo el diario vivir sino también el destino de sus habitantes. Basada en la novela homónima del escritor colombiano Álvaro Mutis.
Pienso que logran adaptarse de forma magistral elementos propios del surrealismo, contextualizándolos en un ambiente tropical con el claro objetivo de otorgarle, a la naturaleza y sus encantos, un papel preponderante. El carácter exótico del medio ambiente, las complejidades y delirios libertarios de cada personaje, la conexión entre lo real, lo onírico y lo ideal, la perplejidad del espectador como un habitante más de la casa ante lo que parece ser un lugar perdido en la historia o fuera de época, donde justamente el tiempo y el espacio no existen pero al mismo tiempo determinan la vida de quienes allí residen, se combinan de una forma misteriosa, enigmática y cargada de símbolos que parecen darnos pistas sobre los detalles y secretos de cada uno de los personajes de la historia.
Sin duda alguna, como uno más de los habitantes, entramos en la mansión por un azar del destino, cual si estuviéramos escapando de nuestro propio pasado en busca de nuevas y mejores respuestas, para finalmente ser llevados poco a poco hacia el interior de las mentes y almas de cada personaje, dejando de manifiesto sus conflictos, sus expectativas, sus frustraciones e inclusive sus propias alucinaciones.
Los árboles antiguos que rodean la mansión y su entramado misterioso, parecen dar cuenta de la complejidad del argumento y de su desarrollo, así como parecen conjugar de forma excelente las diferentes situaciones y las características del medio ambiente tropical conservado o medianamente intervenido. Las tomas hechas como a hurtadillas o entre rendijas, agregan un toque de misterio y prohibición que nos involucra más profundamente en cada escena. Considero que podrían haberse contado algunos detalles adicionales de cada personaje, con el fin de permitirnos una mejor aproximación a ellos y contrapesar así el imponente elemento sorpresa que los compone, pues realmente sería un placer poder conocer un poco más de la intimidad de tan pintorescos e interesantes sujetos. Una película sorpresivamente compleja, fascinantemente mística y hermosamente enigmática. Si entras no salgas, si sales no vuelvas, si pasas no mires, si moras no plantes plegarias.

Aceptable película que cuenta la historia de un músico frustrado que busca a toda costa cumplir su sueño artístico y al mismo tiempo ganar el corazón de la mujer de su vida.
Me gustó mucho la forma como recogen e ilustran algunos elementos de la cultura popular y familiar colombiana, resaltando el espíritu emprendedor y el rebusque de oportunidades por sobrevivir a una cruel y difícil realidad.
Sin embargo, pese a ser una comedia, encontré la película demasiado lenta y con sus respectivos dramas muy aplanados tanto por los actores como por la escenografía, atenuando así las emociones y expectativas del espectador. Para resaltar el papel de Marcela Gardeazabal, que mujeronón. Se me queda la frase: cuando una mujer se va, lo que realmente quiere es que vayan a buscarla.

Muy buena película que ilustra la historia de Margarito Duarte y su hija Evelia, basada en la crónica “La larga vida feliz de Margarito Duarte” que posteriormente sería adaptada en forma de cuento bajo el título de “La Santa” en el libro “Doce Cuentos Peregrinos” del célebre escritor colombiano Gabriel García Márquez.

Considero que la participación de García Márquez como guionista marca definitivamente el estilo de la película, pues podríamos decir que su “Realismo Mágico” se fusiona armónicamente con los elementos artísticos propios de la fotografía de la cinta. Los contrastes arquitectónicos entre el paisaje cultural cafetero y la imponencia Romana, la confluencia entre la música, la escultura y el entramado emocional de los personajes, crean un ambiente de resonancia audiovisual, no solamente agradable y atrapante, sino también cargado de simbología a la espera de reflexión e interpretación por parte del espectador.

Encuentro algunos desfases temporales y algunos detalles dudosos, que sin embargo no comprometen el argumento de la historia. La película es capaz de combinar perfectamente realidad, fantasía, modestia, opulencia, arte, cultura, religión, política, amor, desidia, santimonia y vileza. Un verdadero “milagro” del cine colombiano.