Una película que es por demás graciosa. Disfruté muchísimo de Zohan, trata de manera absurda un tema tan complejo como es el conflicto palestino-israelí, pero siempre respetando ambos lados. Es cierto que no tiene un humor muy elaborado pero con un actor sensacional como lo es Adam Sandler logra que el espectador este en todo momento esbozando una sonrisa de oreja a oreja. En definitiva, debo decir que es sumamente graciosa.

La película no es nada fuera de serie, pero está por demás interesante. Muestra el camino sin retorno de alguien que por una vez en su vida intentó por un momento desvincularse de los caminos miserables de lo pecaminoso, pero la crueldad de la vida y el inefasto roce con la realidad le demuestra que sino retorna a ese bravo camino no lograría llegar a ser alguien en la vida. Una vez ingresado nuevamente en ese camino de lujuria, no tiene salida y se olvida completamente de los códigos, valores, y lo lleva a perder su corazón.

Una película profunda, que muestra tal cual a dos personajes desconocidos, teniendo una conversación sumamente abierta sin tapujos ni temores, abriéndose hasta en lo mas vergonzoso que cada uno tiene y normalmente escondería en lo mas profundo de su ser.
Sin duda que la coca y el alcohol son el coctel perfecto para que se produzca lo ya comentado, y como bien dice en un momento Jason Statham, "las mejores conversaciones se tienen con extraños".
Excelentes actuaciones, muy buena puesta en escena, y sumamente recomendable.

Debo decir que se puede mirar, pero nunca esperar que sea una gran película ni cerca a eso.
Esta película, tiene partes algo retorcidas, locas, con una motivación grande de colocar cierto misterio que en mi concepción de observador de cine, no encaja.
A nivel personal, en todo momento pensé que el final era el que por consiguiente se da; lo cual hace que la película sea completamente previsible, con un deje grande de originalidad y unas actuaciones insospechadamente de poco nivel, habiendo cuenta de los actores presentes en el film en cuestión.