Se que no es la mejor película de todos los tiempos, pero para mí es la favorita. Las razones son las siguientes: Las interpretaciones son en general perfectas, destacando a Stephen Boyd como Mesala; la dirección tanto de William Wyler , como de su director de segunda unidad (carrera de cuadrigas), inmensa; la música de Miklós Rózsa es sencillamente y probablemente la mejor de la historia del 7º arte; y todo en ella se lleva a unos niveles de calidad difícilmente superables.
La he visto más de quince veces y la veré hasta mi muerte otras tantas si es posible. Muy recomendable.