La mejor manera de no malgastar el ingenio a la hora de concebir un cortometraje es utilizar un argumento conocido y explotado con éxito anteriormente.
Esto debieron pensar los creadores de No Time For Nuts cuando emplearon el recurso de los viajes en el tiempo con su ardilla.

Economía de ideas para un guión que no despega, que nos ofrece una trama lineal cuajada de lugares comunes donde sólo la empatía hacia el personaje nos impele a la tolerancia.

Scrat siempre acaba por perder su bellota y nosotros, a veces, el tiempo.

¡ Menudo comienzo !

Leo Polanski y me decido a ver esta desustanciada película que carece de gracia y de menos humor.

Posada, castillo, ridículos ataúdes de cartón piedra, lobos amaestrados, aullidos de mesonera, y otras lindezas por el estilo son los resortes en que el poco inspirado director hace recaer todo el peso de su insípido metraje.

Las situaciones resultan previsibles, los personajes anodinos, y el pretendido homenaje al género vampírico se queda en intento fallido.

Impepinablemente, la originalidad brilla por su ausencia.