La mitología Griega me ha fascinado desde que era pequeña. Parte de la culpa cae en mi nombre y la otra parte es por culpa de esas increíbles historias con Dioses, semidioses, minotauros, pegasos, Amazonas...
Las Amazonas, esas mujeres fuertes, que no temían a nada, que se cortaban un pecho para manejar mejor el arco, que si tenían un hijo varón lo abandonaban en el mejor de los casos y que a mi me gusta imaginarme que esas mujeres de alguna forma existieron en la historia.
¿Pero que tiene que ver este rollo con Wonder Woman? Sencillo, es lo que determinará que te guste o no la película. La primera parte, desarrollada en Themyscira, el lugar de nacimiento de Diana, le encantará a todo aquel que le guste esta maravillosa cultura, con algunas referencias que tal vez no se cojan en el primer vistazo. En cambio la segunda parte, desarrollada en plena Guerra Mundial, le encantará a todo fan de Wonder Woman, como la original pura y dura Marvila, tal y como la concibió William Moulton Marston en 1941, como una mujer fuerte e independiente, ayudando a los débiles y creyendo en la bondad y el amor.
Si amas las dos partes te recomiendo ver Wonder Woman, te encantará.
Pero y a todo esto, ¿por qué le doy un 8? Gal Gadot es casi perfecta, pero como fan de las Amazonas me habría gustado que estuviese un poquito más entradita en carnes para el papel. Y como fan de Wonder Woman, no me ha gustado que pronunciasen su nombre como si fuera inglesa, de toda la vida la he conocido como Diana y no Dayana.
Pero en esta vida no existe nada perfecto, y esta película supo aprender de los errores pasados de DC, y ha conseguido mi admiración.
Y como último punto, tengo que mencionar que me habría gustado alguna referencia a su mítico avión invisible, ¿tal vez para Wonder Woman 2?

Al terminar de ver Parásitos me olí la ropa. Entonces recordé que media hora antes se me había caído agua en la mesa, cuando me pasé llenando un vaso mientras miraba la pantalla. El momento en que se me cayó pensé que el agua no causaría muchos estragos. Pero cuando me dispuse a secar la mesa y empecé a levantar las cosas, supe como olía un pobre.
Varias revistas se habían mojado, baratas, pero lo suficiente importantes para mí como para estar media hora poniendo papel de cocina entre cada página y mucho peso encima para alisarse. Un cable de móvil también mojado, rezo para que funcione. La caja de unos auriculares inalambricos "made in China" totalmente empapada. Un par de papeles, sin ningún valor, mojados ligeramente por un lateral, nada que no solucione papel de cocina y peso. Con la mesa, sorprendentemente, solo tuve que gastar dos cuadrados de papel de cocina para secarla.
Una vez acabado me percaté de que dos monedas antiguas de valor sentimental y monetario habían desaparecido de la mesa, mientras le daba vueltas al asunto fui a tirar a la basura todo papel de cocina empapado y de paso un paquete de tabaco vacío. Suerte la mía, quedaba un cigarro, así que lo saqué y me lo encendí.
A la vuelta de tirar los papeles me senté en la taza del vater, con el cigarro aún encendido, me puse a pensar en la película y en el desastre con el agua. ¿Por qué no paré unos minutos la película para que los daños no fuesen a mayores? Seguramente a las revistas les quedarán arrugas para siempre, pero no creo que valga la pena volver a comprarlas. Le di vueltas al tema de las monedas desaparecidas, pero ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que las vi.
Después de divagar un buen rato, me miré al espejo y me volví a oler la ropa, tenía un ligero toque a humedad…