Vi el primer capitulo y me dije "mañana borro esta ***** ". Pero no lo hice. Y unos días después lo vi y cuando lo iba a borrar, me dio por ver otro. Y el caso es que tenía algo. Y cuando continuas viendo la serie empiezas a darte cuenta de que sí, sí que cuenta una historia. Y lo hace con un lenguaje distinto. Pequeñas piezas macabras que van construyendo un cuadro desolador. Y al final, sólo puedes sentir lástima por Salad Fingers.

Desde luego no es para todos los públicos. Pero para aquellos para los que sí lo sea, merece la pena verlo.

Si te gustó Crepúsculo, esta peli te encantará. Última entrega de ese formato de romanticismo barato para adolescentes que se está consolidado. Me parece muy bien que se curren los efectos, pero ahí se queda todo el mérito de la película, en el pastizal gastado, o malgastado en algunos casos (¿de verdad hace falta meter 50 coches de policía chocando?). Lo único "increíble" de la película es su argumento, cargado de absurdos y de tópicos. En fin, que todo lo que se gastaron en la parte técnica, se lo ahorraron en la parte creativa. Un bodrio más, que los frikis que crecimos leyendo comics estamos condenados a ver...

Una oportunidad perdida. Malgastada. La idea para hacer el film era perfecta: contar la historia de Temístocles, cuya importancia en la segunda guerra púnica no refleja 300, haciendo justicia histórica a Atenas y cerrando el círculo de la historia de las Termópilas. Ahí se quedaron las buenas ideas. Lo que sigue es una película repleta de tópicos, de la que solo se salva el aspecto artístico-visual heredado de la primera parte. Noam Murro parece que ni siquiera ha entendido la primera parte, donde las exageraciones se insertaban dentro de un relato, se nos narra la leyenda de la batalla contada alrededor de la hoguera, la imagen en la imaginación de los griegos, donde los inmortales eran demonios, y los rinocerontes monstruos de 7 toneladas.

Es una verdadera pena que un peliculón como 300 tenga esta continuación, que creo que se ha cargado lo que podría haber sido una gran saga. Murro opta una peli más de género épico-fantástico-barato, que hoy tanto vende; con un poquito más de esfuerzo la hubiesen convertido en un comedia. Creo que a Frank Miller le habrá dolido verla.

Una oscura fantasía ambientada en la tradición medieval del camino de Santiago. Uno casi se espera que aparezca de repente Danny Elfman tocando la gaita. Solo la pésima labor de promoción y distribución ha impedido que se haya convertido en un clásico de la animación, pero el tiempo le rendirá el culto que merece.