Me siento estúpido por haberme tragado este truño de dos horas y media esperando que ocurriese algo. Hacedme caso, no la veáis, no hagáis caso de las críticas, deben haberse cambiado de ficha por error o algo así, este bodrio sencillamente infumable, aburrido, sin sentido, más lento que el caballo del malo es una de las grandes tomaduras de pelo del cine de todos los tiempos.

Encuentro ésta película ochentera y veo en la red que está llena de alabanzas y además con Óscar incluído a Geena Davis. 6'7 en Filmaffinity y buenas críticas. Pues bien, debo ser un analfabeto del mundo del celuloide, porque tragarse un tostón de 2 horas que me han parecido 4 para que no pase absolutamente nada...y cuando digo nada es nada y estar bostezando todo el rato; ha sido una colosal pérdida de tiempo. La historia es lenta y pesada, los personajes son a cada cual más absurdo a la par que aburridos. William Hurt es un muermo de tipo inexpresivo, triste, aburrido, gris y anodino que se dedica a seguir la corriente a todo el mundo por no complicarse la vida. Pero mas alucinante es el Óscar a Geena Davis. ¡Alucinante!. Una tía que pretende durante toda la película hacerse la graciosa y lo unico que consigue es aburrir, como todos los demás. Intentan crear un personaje peculiar y original y el resultado es un coñazo de tía neurótica y grotesca. Salvo al perrillo, que es lo mejor de éste bodrio y a Katheleen Turner porque hace de Katheleen Turner. Le doy un 2 por ella y el perro. Película totalmente prescindible.

Nueva York años 70, luces de neón, música de jazz, salas X, prostitutas y chulos, y Travis al volante de su taxi. Decir que viendo una joya como ésta pienso que hay mezclas difícilmente superables, y Scorsese y de Niro para mí están en el olimpo. Esta película te atrapa y te hipnotiza desde el principio. Un veterano de Vietnam insomne y con un peculiar sentido de la decencia y el honor que ronda la Nueva York nocturna más sórdida mientras su trastornada mente va incubando una fantasía que le hace creer que tiene una misión muy clara en su vida: convertirse en el justiciero del orden y la virtud. Aquí vemos a un joven con un posible sindrome de stress post traumático pasarse muchas horas al volante por una Gran Manzana repleta de gente de lo más variopinta que hace que se forme en el personaje de Travis un profundo sentimiento xenófobo y de odio. Vemos evolucionar al personaje de ser un joven tímido y callado a convertirse en una auténtica máquina de matar. El guión es completísimo, con diálogos acertados y concisos. Scorsese maneja los planos como nadie, y esos ojos de Travis en el retrovisor, ese taxímetro corriendo, ese sonido de tic tac del apartamento de Travis, van creando una atmósfera cada vez más inquietante, creando la sensación de que hay un volcan a punto de entrar en erupción.
Toda una obra maestra.

Interesante película en la que tanto Crowe con Di Caprio no decepcionan. Aunque el papel de Mark Strong como jefe de los Servicios secretos jordanos es memorable. Un juego a tres bandas donde los americanos necesitan a los servicios secretos jordanos al mando de un Strong que no sabes si amarle u odiarle, si fiarte o no. Crowe está espléndido como jefe de la inteligencia americana, con un fino sentido del humor y esa mirada por encima de las gafas, te cae bien irremediablemente, aunque con amigos así ¿quien quiere enemigos?. Curioso el pulso con Strong por ver quién tiene la sartén por el mango, dejando a los americanos en una posición más que dudosa. Di Caprio se desenvuelve cada vez mejor en papeles rudos y sufridos tipo Diamantes de sangre, no decepciona.

Por otro lado el haber metido a la enfermera árabe por medio como nota romántica era prescindible, además ralentiza el film un poquito, La historia de inteligencia y contrainteligencia no lo necesitaba a mi juicio.

En fín, un film entretenido que no pasará a los anales de la historia.