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España España · MADRID
Críticas de LUNERA
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Críticas 40
Críticas ordenadas por utilidad
9
28 de abril de 2012
38 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comenta Robert Guédiguian que fue un poema de Victor Hugo titulado "La gente pobre" el que alimentó "Las nieves del Kilimanjaro". El mérito de Robert Guédiguian es haber sido capaz de mostrarnos con total naturalidad como aquellas nieves que en tiempos de Victor Hugo eran perpetuas, ahora se están desmoronando. Y como, a pesar de todo, siguen destilando agua pura.

Robert retrata desde fuera, más como juez que como parte, como se van erosionando algunos de los pilares de nuestra sociedad contemporánea. Retrata el azote del paro en la gente joven (memorable el giro que experimenta la película cuando los sindicalistas son atracados, y desde ese momento son vistos como burgueses por aquellos que realmente no tienen nada). Retrata el conformismo de las clases trabajadoras, incapaces de sacrificar las comodidades adquiridas en su sociedad del "bienestar" (memorable también la escena en la que se muestra a unos hijos incapaces de comprender el sacrificio generoso y desinteresado de sus padres). Retrata el papel de los abuelos en nuestros días, entregados a taponar las heridas que nuestra sociedad provoca en nuestros menores, etc, etc.

Pero Robert también muestra, esta vez desde muy adentro (más como parte que como juez), que a pesar de todo las nieves siguen destilando agua pura. Al igual que Víctor Hugo, Robert cree y apuesta en el hombre, y lo presenta como una víctima de una sociedad que camina hacia un humanismo demasiado materialista. Se esfuerza en empatizar con todos los personajes (por complejas que sean sus circunstancia) y procura sintonizarlos a través de su inteligencia emocional, de sus sentimientos. El delincuente, la madre que abandona a sus hijos, el sindicalista intransigente, todos tienen su porqué. Esa visión esperanzadora nos arrancará algunas lágrimas reconfortantes.

Ahora bien, si el fondo de la historia es profundo y está bien trabajado, tampoco las formas se han descuidado lo más mínimo. No faltan las grúas del puerto en cualquier encuadre con mar de fondo, el mismo mar para los burgueses y para la gente pobre. No faltan las incursiones por las viviendas, comisarías, talleres y calles de barrios humildes por donde discurre la historia. Como tampoco es casual la presencia de un viento racheado e incómodo bajo un cielo gris y plomizo durante buena parte de la peli.

Y todo ello arropado por un reparto que está francamente bien, sin histrionismos ni concesiones gratuitas. Mención especial las interpretaciones de Ariane Ascaride (Marie-Claire) y sobre todo Jean-Pierre Darroussin (Michel), soberbio.

Resumiento, que Robert Guédiguian se ha empeñado en que Las nieves del Kilimanjaro vuelvan a ser perpetuas ... Y eso desde luego es una muy buena noticia !!
LUNERA
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2
4 de septiembre de 2011
68 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
Madre mía, madre mía .... mira que acudí a un buen cine, en muy buena compañía y con muy buena disposición para dejarme seducir por la nueva película del manchego de oro, sobre todo después de escuchar la buena acogida que parece que ha tenido entre buena parte de la crítica especializada. Pero no tuve suerte.

Debe ser que tuve una mala tarde, que tengo que estudiar más de cine o que el aire acondicionado estaba muy alto. El hecho es que la película me pareció en líneas generales muy floja ... ¿Para qué engañaros? En realidad me pareció un truño total, una chorrada que desvirtúa el nombre de un director de una talla que yo ya empiezo a cuestionar y un film que no debería ocupar un lugar demasiado digno en el Olimpo de los Dioses del séptimo arte. Y lo digo sin acritud y con todos los respetos desde un estado que no sabría describir si es de chock, o de no saber por donde me vino el aire. ¿Es cine-esperpento? ... ¿Es cine-de-culto? ... ¿Es un thriller? ... ¿Es cine negro? ... ¿Es una broma? ...¿Qué es esto? ...

El guión a mi me pareció patético, no es creíble ni consistente, patina e, pero bien pensado quizá es un homenaje lírico a las series de clase B de las sobremesas de domingo, va a ser eso.

No me emocioné, la mayor parte del tiempo no me transmitió nada, no me puso la piel de gallina (por lo menos la que habita este servidor), en ningún momento empaticé con los personajes, y eso que sí había una historia y de las buenas. Pero nos fuimos por las ramas y nos morimos de éxito desbordados por las formas eclécticas y el más difícil todavía. Esas que tan bien le han funcionado a Almodóvar cuando ha amarrado una historia por los cuernos (véase La mala educación), o cuando ha sabido tirar de un hilo con tino (véase Hable con ella). Pero bien pensado, quizá es un guiño al cine estrafalario de Tarantino o de los hermanos Coen, creo que sí, que va a ser eso.

Los intérpretes flojos, rozando la mediocridad, a excepción de Elena Anaya (y una fugaz Bárbara Lennie) que aparte de estar guapísimas, se salvan de la quema por méritos propios. Antonio y Marisa nunca estuvieron de verdad, pero hay amores que matan. Aunque pensándolo mejor, es posible que se trate de un nuevo estilo de interpretación entre lúgubre y majestuoso.

El doble flashback y el abuso del papel narrador que ejerce Marisa Paredes y Antonio es otra de las putadas (con perdón) a las que no doy crédito. Por momentos te ríes por no llorar. Esto no se me ocurre como salvarlo.

Lo que sí se salva es la banda sonora, la fotografía, los primeros planos de un ojo maestro (el que tuvo retuvo) y un cierre con su punto de originalidad que parece volver a una senda de la que estuvo alejado demasiado tiempo.

buffffff
LUNERA
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8
6 de septiembre de 2010
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intuyo que las críticas de esta película estarán muy polarizadas, porque pertenece a ese tipo de CINE (en mayúsculas) que sólo cala en un determinado estado de ánimo, y diría más, para un tipo de público particular (ni más particular ni menos particular que otros).

En mi caso, cuánto más pienso en Bright Star más convencido estoy que se trata de una película sublime y necesaria.

Sublime por su belleza (la auténtica bandera en la que se envuelve todo), por el gusto (con el que se teje puntada a puntada, y sin hilos, la historia), por el tacto (sutil y de una intensidad vaporosa como la de los protagonistas), por la vista (la dirección artística es sin duda de lo mejor, un fin en sí mismo, excepcional), por el oído (regalado por los numerosos pasajes de los poemas de Keats) y por el olfato (que recupera Jane Campion después de morir de éxito con su obra maestra 'El piano'). Sublime por el lirismo a ras de suelo de Fanny y de Keats, sublime por no caer en las tan habituales tentaciones melodramáticas, sublime por saber recrear ese mundo imaginario tan real, sublime por no magnificar gratuitamente la figura de Keats (y conseguir el efecto buscado).

Y necesaria porque de vez en cuando el CINE necesita dar a luz una estrella brillante, aunque sea un fugaz destello. Una Bright Star que inspire y provoque a los del séptimo arte.

Hay muchas lecturas de esta película. El gran poder de seducción y carisma de Fanny, por encima de el del propio Keats. Los valores y calamidades de aquella sociedad de principios del XIX. La fragilidad 'genuina' de algunos grandes genios ... pero por encima de todo destaca la belleza, "la belleza es la verdad, la verdad es belleza, esto es todo... lo que necesitas saber (John Keats)".

Para cerrar esta crítica no se me ocurre nada mejor que bautizarla con el epitafio de J.Keats: " «Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en el agua»

descansemos en paz ... y satisfechos
LUNERA
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7
7 de marzo de 2010
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque en líneas generales ‘An education’ es una buena e interesante película, no puedo negar que me ha decepcionado un poco, quizá en parte por la buena crítica con que venía avalada.
Y es que Lone Scherling abre demasiados frentes complejos como para salir airosa de todos ellos: por un lado trata de reflejar los síntomas que padecía aquel Londres conservador de principios de los 60s (en vísperas del revolucionario 68 y de los Beattles), por otro lado pone su foco en el papel que desempeñaba la mujer de aquel tiempo (todavía resignada a ocupar un 2º plano) y finalmente hace que sea una historia de amor imposible la botella en la que colocar todos los mensajes. En palabras de la propia Lone Scherling: “Londres aquel año explotó en llamaradas de energía, se abrió a la vida al igual que le ocurre a la protagonista, Jenny. El filme es como una máquina del tiempo, y eso me hizo ser muy cuidadosa, pero a la vez sabía que debía priorizar la autenticidad por encima del detallismo”. En mi opinión aunque ‘An Education’ NO gana todas las batallas, SÍ gana la guerra gracias a que el mensaje (por cierto, muy educativo) llega bien a la orilla.

¿Qué le reprocharía? ... dos cosas:
1) Un final menos predecible y más a la altura de la primera parte de la película. Una gran película tiene que tener un gran final, y ésta no lo acaba de tener. No es creíble que la protagonista no vea lo que todos los espectadores vemos, y menos sin justificar con profundidad el motivo de tanta ceguera.
2) Poca intensidad dramática. Es todo tan ‘fácil’ que se pierde credibilidad (como la escena de iniciación al sexo, la de iniciación al mundo de los negocios de Brit, la de la familia, etc).

¿Qué destacaría? ... tres cosas:
1) Por encima de todo una forma muy inteligente y lograda de transportarnos a los 60s, tratando de huir de los clichés (aunque no siempre lo consigue), retratando los valores de una época que a veces parecen a años luz de nuestros días (y otras veces no tanto). Lone Scherling sitúa al espectador bajo la piel de Jenny (Carey Mulligan) y le hace dudar entre la senda fácil y placentera del ‘vive-la-vida’ y la senda del esfuerzo y los valores morales. Jenny, impulsada por los acontecimientos, verá la luz en un camino intermedio.
2) La interpretación de Carey Mulligan, la actriz revelación. Carey Mulligan seduce y coquetea con una simpatía y un brillo en la mirada que por momentos recuerda a la Audrey Hepburn de sus mejores tiempos. Adorable en su papel ‘Lolita’ recatada.
3) Finalmente el ‘atrezzo’, la ambientación, el vestuario y también la banda sonora, recreando una atmósfera muy ‘quiche’ y muy acertada.

Resumiendo: una película interesante que gusta y que se deja querer, pero que acaba cayendo en cierto funcionalismo sin ninguna necesidad. Mención especial a Carey Mulligan, la actriz revelación que llena de magia la pantalla.
LUNERA
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10
27 de febrero de 2010
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
En palabras de Jacques Audiard “Esta es la historia de un hombre que llega a una posición que nunca habría alcanzado de no haber estado en prisión, lo que encierra una paradoja”. En realidad ‘Un profeta’ es mucho más que eso. Para mí es una de las mejores películas del 2009, excelentemente concebida, dirigida e interpretada. Es una película dura e intensa, que conmueve y cautiva. Sin fisuras, sin aditivos ni colorantes, sin concesiones gratuitas, con mensaje, con profundidad psicológica, con tensión natural, con suspense. ‘Un profeta’ ha predicado en la tierra del séptimo arte con un mensaje cinematográfico de lo más inspirado.

Y es que Jacques Audiard hace emerger de la nada a un delincuente (Malik) que no solo logra adaptarse a un medio tan hostil como el de la prisión, sino que llega a beneficiarse de él usando su instinto de supervivencia e inteligencia emocional. Es en esa jungla de clanes mafiosos, racismo y lucha de poder, donde Jacques Audiard deja a su suerte a Malik. Pero no lo deja sólo, lo deja acompañado de su cámara para que el público le siga de cerca y empatice psicológicamente con él. Malik dará sus primeros pasos con el sigilo y la astucia felina de los gatos, aprendiendo y asimilando todo cuanto esté a su alcance. Y a partir de aquí adaptación y dominio del medio en estado puro. Aprenderá de las dos mejores escuelas: una dura y cruda, la de la calle (paradójicamente entre barrotes, con un Niels Arestrup en el papel de César magistral) y otra más profunda e intelectual, la de su instinto natural (arrimándose a las mejores sombras, manteniendo las distancias, aprendiendo a leer y escribir y, sobre todo, a escuchar la voz de su conciencia).

Jacques Audiard se ha preocupado de captar la atmósfera de la prisión, con una violencia no brutal, sino en estado bruto (es una constante que enseguida quedará en segundo plano). Pero sobre todo se ha preocupado de situar la cámara a la sombra de Malik, unas veces más cerca de su estómago (para justificar que la violencia no tiene porqué ser gratuita), otras veces más cerca de su corazón (donde mantendrá unas deliciosas escenas oníricas con su conciencia, personificada en una de sus víctimas), y otras veces la cámara estará situada en el interior de su coco (donde se fusiona lo divino con lo humano, su inteligencia emocional y su astucia). Excepcional estreno el de Tahar Rahim, no por interpretar a Malik, sino por serlo.

Por otro lado, no creo que podamos encasillar esta película en ningún género concreto porque aunque tiene mucho de thriller, también hay un fuerte componente drámatico y psicológico. Puestos a delirar yo diría que es como una película del oeste en la cárcel de nuestros días, con un héroe encarnado por un actor revelación, Tahar Rahim, fantástico y cautivador. Y por si fuera poco, con una banda sonora de Alexandre Desplat de lujo.

Por favor, no os la perdáis.
LUNERA
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