Salen zombies, pero no es una película de zombies. Hay amor, pero no es una película romántica. Te ríes, pero no es una comedia. Entonces… ¿qué es “Warm Bodies”? Pues no es nada más, y por supuesto nada menos, que una película que compone un género en sí misma.

Cuando la estrenaron, me negué a verla, pues pensaba que la industria cinematográfica había perdido todas sus luces y haciendo la versión “zombica” de “Crepúsculo”. Este domingo, con mi amiga y compañera cinéfila, Sara, decidimos verla para matar el tiempo y luchar contra el calor. Aquella única finalidad se convirtió pronto en un pequeño gran placer. Está es una, y leedme atentamente: muy buena película.

Disfruté de un guión lleno de novedades, de ideas originales que me hacían embobarme constantemente. El actor Nicholas Hoult (Al que muchos/as conoceréis por su papel de Bestia en “X-Men: First class“) le da una expresividad de diez al personaje. Una gran interpretación, que, al menos en versión original, hará las delicias de cualquier amante del buen cine.

Es difícil encontrar una película actualmente que pueda etiquetarse como “buen cine” pero Warm Bodies lo consigue. Esperaba una película absurda de humor adolescente, pero es una cinta de humor serio, de personajes sorprendentemente exquisitos, de emociones, de sensaciones profundas. Está perfectamente aliñada para que ningún ingrediente destaque en el sabor global, haciendo de ésta, una película deliciosa.

Me encontré con un mensaje muy claro, muy positivo que me reservaré por si pudiera considerarse spoiler. Simplemente os aconsejo que la veáis, y os dejéis enamorar por “R” y por la profundidad de este zombie con ganas de una “vida” mejor.

Me había prometido a mi mismo no caer en la obviedad de deciros que ésta, es una película mágica, pero es que es imposible contenerse. Es sinceramente una grandísima película cuyo reparto es casi perfecto. Digo que es “casi” perfecto, por que alguien decidió fichar a Mark Ruffalo.

Ruffalo es a la interpretación, la expresión y el cambio de registro, lo que Rafa Blas al Heavy Metal (simplemente: poco creíble). La trama general es rápida aunque no es vertiginosa, tiene un ritmo ideal y no se vuelve pesada en ningún momento. Me ha recordado en momentos a la saga “Oceans” de George Clooney y Brad Pitt. Nos encontramos ante una serie de trucos de magia que, a diferencia de otras películas, son creíbles. Son trucos que hemos visto, y que me hicieron pensar en el “mago urbano” Dynamo.

Me gustan las películas en las cuales los actores tienen que aprender una habilidad, sobretodo si ésta es difícil. Y ver al reparto jugar con las cartas, moverse en el escenario… es realmente una gozada. Sinceramente, es una muy buena película a la que sólo puedo sacarle un “pero” más a parte del ya mencionado tropiezo en el casting; y es el doblaje. No acaba de gustarme la voz de Roger Pera (doblador de Spiderman) tiene una voz de eterno adolescente que es muy enervante.

Por último, debo hablaros del final (descuidad, ya me conocéis, no os desvelaré nada), simplemente quiero decir que, como en cualquier espectáculo de magia, el director hace que sigamos cada uno de los pasos de este magnífico guión, negándonos a quitarle los ojos de encima para que no nos despiste y no perdamos ningún detalle del gran truco, pero ¿sabéis una cosa? Hagáis lo que hagáis, os veréis sorprendidos cuando el giro final del guión aparezca por arte de magia y os preguntéis eso de: “¿cómo lo ha hecho?”

Antes de empezar quiero aclararos que en esta crítica no encontraréis SPOILERS. Realmente me ha costado mucho, porque las cosas que no me han gustado de esta película son muy específicas.

Tenía muchas ganas, muchas, muchas ganas de ver esta película. Es, de lejos, mi personaje de cómic favorito. Para mi no es un simple dibujo, para mi, en su día, era un símbolo de, como bien dicen, esperanza.

El principio de la película me pareció simplemente sublime. Os lo digo en serio, algo que nadie había hecho y que, por razones obvias, no os desvelaré, pero que Snyder nos ha regalado con maestría.

Parece que hablar de la interpretación de Russell Crowe no sea necesario, por el simple motivo de que este actor siempre está espectacular. Pero esta vez, para mi, tenía un valor añadido, era la primera vez que veía a Crowe en versión original, me quedé maravillado con todas y cada una de sus apariciones.

Vi varias lagunas en el reparto, un reparto que tiene ciertos fichajes caros, ciertos actores con un caché elevado para unos papeles que carecen de trascendencia. Como pueda ser el caso de Laurence Fishburne haciendo de Perry White. Por otro lado, hay muy buenos aciertos en el casting, para mi, el personaje más rico de todos es Faora, la subordinada del General Zod, interpretada por una, para mi desconocida, Antje Traue. Es curioso que un personaje secundario brille con esa fuerza.

Henry Cavill consigue ser el mejor Superman en cuanto a aspecto. Es, por su potencia física, el que más se asemeja con el Hombre de Acero de los cómics. Pero su interpretación, por desgracia, sigue sin superar al gran Christopher Reeve. Sé que es odioso comparar, pero quizá si Cavill hubiera destacado más, podría pasarse por alto que no se trata de ese Superman mítico. No lo hace mal, no me malinterpretéis, en realidad lo hace muy bien, y tras la herejía de Brandom Routh, se agradece mucho la aparición de este actor. Pero, quizá por la responsabilidad que este superhéroe supone, Henry no consigue volar alejándose de la sombra de ese titán.

Los efectos especiales son espectaculares, y es cierto que en ocasiones se nota demasiado el ordenador cuando los personajes vuelan. Pero hay que tener en cuenta que hacer planos cortos de un personaje hecho totalmente por ordenador y que parezca humano es muy complicado. También es cierto que Marvel es un ejemplo claro de que eso es posible. Hulk, sin ir más lejos, es una consecución de planos cortos, y es una delicia ver a este personaje en el cine.

Tengo sentimientos encontrados con esta cinta. Es cierto que me decepcionó profundamente, por varios motivos. Algunos cambios absurdos, innecesarios e incomprensibles. Y, por descontado, todas las expectativas que se le han generado y que, bajo mi punto de vista, no han conseguido superar. Por otro lado, pienso que realmente es la mejor película de Superman hasta la fecha, era el objetivo, y eso sí que lo han cumplido. Quizá tendría que haber ido al cine olvidando que iba a ver una reinvención de mi personaje favorito. Quizá simplemente, tendría que haber ido al cine. Mea culpa.

A pesar de que el personaje del General Zod, está extremadamente desaprovechado, Zack Snyder demuestra, una vez más, la maestría y el buen gusto que plasma en todos sus trabajos. Desde “300” hasta “Sucker Punch” (independientemente de si eran o no eran buenas), sus filmes siempre han sido una obra de arte llena de calidad visual. Además, una de las cosas buenas que el director, y todo su equipo ha hecho por el personaje, es darle más lógica. Todos/as habéis visto el traje en trailers y posters, y hay que decir algo que todo el mundo ha pensado: por fin alguien le quita la lycra y le da un traje de lo que es… ¡un extraterrestre! Por fin su aspecto es alienígena, y no el de un payaso que se pone unos leotardos y echa a volar.

Sea como fuere, si os gusta Superman, si no os habéis perdido ninguna película, es más: si no os perdisteis “Superman Returns”, no podéis perderos esta. Entrad al cine y preguntaros eso de: “¿Es un pájaro, es un avión…? ¡No, es Superman!”