La nueva serie de Los Javis se aleja de todos los géneros que habían tocado y se meten de lleno en el thriller, el puro drama o incluso toques de ciencia ficción. He tenido la oportunidad de ver la serie completa en el Zinemaldia y he salido maravillado de todo lo que les quedan por ofrecer. Una dirección impecable lleno de pequeños detalles (mención especial a la dirección de actores), unas interpretaciones de vértigo y una historia de la que seguro que me va a marcar. ‘La Mesias’ plantea tesis muy locas, de las que te dejan pensando, y a la vez, es una serie sanadora. El sello de identidad de los directores - la atípica y sorpresiva estructura, el ritmo, su genial humor (aunque en pequeñas dosis), sigue estando intacto y, es mas, se convierte en la mejor serie española que he visto nunca.

Pensaba que no necesita ‘La Mesías’, pero me equivocaba, ahora no paro de pensar en ella.

La historia de una de las sagas más longevas del cine de terror es, al menos, curiosa. Después de una genial trilogía - que es donde se concentra toda la filosofía y tesis de la franquicia - pasamos a una irregular etapa en la que el desarrollo de guion quedaba en un segundo plano y se impuso las toneladas de vísceras. Después tenemos dos nuevos capítulos donde se alejan ya en el mismo título de sus originales; ‘Jigsaw’; donde la imagen se vuelve preciosista y deja atrás esa estética sucia; y ‘Saw: Spiral’; una película policiaca, interesante al menos, que hubiese mejorado si no tuviese ‘Saw’ en el título.

Y ahora, nos llega Saw X. La décima entrega de la saga, es un Saw 1.5 ya que sucede entre las dos primeras películas. La precuela (o intercuela) no solo es cronológico, sino también es una vuela a su estilo. Tiene un buen desarrollo de la historia, interesa mucho y juega de nuevo, y con mucha más fuerza, con la moralidad. Una película que, sorprendentemente, sigue estando en muy buena forma, no hay sensación de repetición o de ‘dejavu’; aunque no sea la idea más original.

Si es cierto que el último tercio de la película es más inverosímil; el final de la película es ultrapredecible y nos deja con un amargo sabor tras un desarrollo interesantísimo. Todavía tenemos ganas de ver más trampas, pero sobre todo más conversaciones sobre el bien y el mal,

Saw sigue vivo gracias a que John Cramer no murió.