Al final, después de noches (y dias) tormentosos y llenos de esquizofrenia y rabia (alentada por su padre) por las calles de París, nuestro guapo protagonista busca a su madre. Busca la esencia de esa madre fallecida y decide acercarse, todo lo que puede, al piano. (Sí, su madre era pianista).
Todo lo arriba expuesto es lo más interesante de una cinta que aburre soberanamente y que encuentra en la magistral interpretación de sus actores la única salvación a una historia casi vacia.
¿Es que no hay historias interesantes de verdad? ¿Porqué el cine parece estar invadido por publicistas?

Parece un episodio de una teleserie; alargado para aburrir. La historia es mala: ¿que hay de "La muerte y la doncella" de Polanski? (Polanski es mencionado por la protagonista en uno de sus escasos chistes estelares) ¿Es esto cine hecho para adolescentes?
Mucho más recomendable y jugoso es leer a Angela Carter: "The Bloody Chamber", con su colección de cuentos de toda la vida reescritos en clave feminista.
O mejor es perderse en cualquier historia escrita para la Playstation.

Inmejorable puesta en escena. Excesivamente larga. Se deja ver por lo interesante de su planteamiento.

Parece el episodio piloto de una teleserie juvenil. Cargada de tópicos y aburrida. No funciona ni su supuesta función educativa y normalizadora. Resulta ciertamente extraño su estreno en cines.

Llena de poesía visual, urgando en la intimidad, (y recreándose durante dos horas en un sufrimiento progresivo). Aburre porque apenas llega a ningún sitio. Aburre porque la narración esta exenta de habilidad.