Buscaba una peli para pasar el rato, divertida, sin demasiados propósitos,y me decanté por esta opción. Me equivoqué, era obvio que no podía esperar mucho de ella, pero creía que tendría algunos puntos divertidos.

Empiezo por lo positivo. Rossy de Palma, en un papel que le viene al pelo, muy corto, pero con chispa, desparpajo, se agradece, y por momentos recuerda a las pelis con Almodovar, y una se pregunta, ¿por qué no hace más cine español esta señora? Jordi Sánchez, haciendo una caricatura del típico señor con costumbres arraigadas, del Madrid, con algunos tips graciosos, y divertido, más que el es catalán en realidad. Se deja ver.

Lo mejor de todo, los secundarios, Antonio Dechent brilla con luz propia, lo mejor de la película, junto con Paco Tous, y la presencia de Andrés Velencoso que alegra la vista a cualquiera. Pero son pocos motivos para salvar una película condenada al desastre. ¡Ojo! Salva Reina, salva algo los papeles, nunca mejor dicho.

En cuanto a lo negativo...el resto del film. A destacar la pésima intervención de David Guapo, que si bien es humorista, zapatero a tus zapatos, un guión lleno de agujeros que no tiene consistencia, ni gracia, Eduardo Casanova que parece parece estar en otro lugar que no sea la propia película, y un largo etcétera que solo conseguirían que pierda más la paciencia en una película que llega a ser aburrida, y cuanto menos graciosa.

Una delicia. Nostalgia, emoción y buen rollo es lo que transmite esta estupenda obra cinematográfica de David Trueba. Inmenso Javier Cámara que impregna toda la película con su arte. Nada sobra, nada falta. Totalmente recomendable.