Ethan y Joel le han cogido gusto a esto del western...Tras deslumbrarnos con su vision de western actual en "No es Pais para Viejos", los Coen han levantado un género que parecia muerto tras "Sin Perdón". Muchas películas intentaron animar un genero cultivado con éxito en los 50 y en adelante, con títulos como "Centauros del Desierto" o "El Bueno, el Feo y el Malo". Westerns actuales tan nefastos como "Wild Wild West" o "Appaloosa" dejaron pocas ganas de resucitar este género y solo dos peliculones de estos últimos años se salvan de entre la basura: "Una historia de violencia" y "El Asesinato de Jesse James".

Pero vamos con la película. Los Coen se han servido de una película ya filmada por el mismo nombre protagonizada por John Wayne (eterno icono del western). Reconozco no haber visto la anterior "Valor de Ley", pero con independencia de su fidelidad o no a la anterior obra, considero este "regalo" de los Coen como una de las películas mas impecables que he visto y todo un canto a este género. Una historia de venganza impulsa a una joven niña de 14 años a cruzar el oeste americano y liberar sus ansias de aventura. La visión optimista de la joven, choca con la de Cogburn (Bridges) a quien encarga la misión de capturar al asesino del padre de la joven.

No se si serán las bellas imágenes en colores terrosos, no se si el aire peligroso de los Coen embruja, no se si Bridges esta en uno de los momentos mas dulces de su carrera, no se si esta actriz revelación de nombre Hailee Steinfeld actúa mejor que muchas actrices de renombre (seguid a esta chica que promete ser el futuro de Hollywood). "Valor de Ley" es casi perfecta.

Solo dos pegas. Matt Damon iba de peso pesado y no me ha llegado a convencer en absoluto, siendo devorado en pantalla por el veterano Bridges y la joven debutante. Por otra parte he echado en falta una buena banda sonora que inundara determinadas partes del film. (8.5)

La mas inmensa de las decepciones.

Una película que tarda en arrancar unos 45 minutos.

Una magnifica actuación de Colin Firth pero que para mi gusto no llega a la excelencia.

Una película olvidable cuyos supuestos eruditos del cine la alzan a las cotas mas insospechables.

Un argumento digno de cualquier teledrama de un domingo por la tarde de una cadena local.

Una historia de superación mas, ganadora del Oscar a la mejor película del año, en los que el resto de films (especialmente Cisne Negro, Valor de Ley y Origen) escribirán sus propias leyendas con el tiempo, superando a esta insulsa obra.

La sobrecogedora historia es por si misma un reclamo para el espectador curioso, que desee conocer el desenlace, para el espectador purista que desee volver a ver otra de las extrañas y experimentales películas de su director Danny Boyle ,para el espectador indiferente que prueba ver uno de los bio-films mas entretenidos que se recuerdan. Desde mi punto de vista, la película consigue una hazaña jamás antes conseguida en el cine. El director consigue que su película este dotada de mucha acción, mediante un personaje que es incapaz de moverse del lugar que le tiene preso. Un maravilloso montaje lleno de imágenes pop que reflejan el devenir de la sociedad americana, las fiestas universitarias, imágenes situacionales idílicas, marcas de refrescos, recuerdos a base de flashbacks que mueven la mente de un genial James Franco donde lo vemos en su mejor papel y actuación hasta la fecha. Franco consigue por primera vez demostrarnos que es un actor solvente pudiendo llegar a ser excelente si se lo propone. Las oníricas imágenes de ensoñación del protagonista son de un hermoso gusto visual, y los movimientos de cámara ayudan a aportar dinamismo dentro de la película. Boyle cuenta de manera metafórica como el hombre se enfrenta “a lo absurdo”, al destino que puede castigarnos a cualquiera llegado el momento. Las circunstancias son tan absurdas y accidentales que parece casi “el plan de Dios” por castigar a un hombre bueno y ejemplar como si se tratara del mismísimo Job. Lo que levanta interés por la película es por el morbo que suscita. Una banda sonora en ocasiones pop y en otras casi espiritual le sientan de maravilla consiguiendo aun mas si cabe meternos de lleno en la película. Esta obra puede recordarnos a Naufrago protagonizada por Tom Hanks. Ambas películas son los monólogos de dos hombres que se enfrentan a las fuerzas de la naturaleza con esfuerzo y esperanza, donde sus viajes de soledad intrapersonales son fundamentales para entender sus vidas. La diferencia radica en que mientras Hanks sobrevive en una isla, Franco esta sometido a una cuenta atrás inmediata que puede acabar con su vida en cuestión de días si no hace nada al respecto dentro de sus limitadas posibilidades.Al igual que ha pasado con Buried, 127 horas nos enseña que con muy pocos elementos y medios puedes hacer una magnifica película llena de emociones como la frustración, esperanza, desolación, añoranza…Una película diferente a la que se suelen mostrar en las grandes pantallas y lejos de los aburridos dramas como su competidora en los Oscars, El Discurso del Rey.Danny Boyle me decepciono con la sobrevalorada película Slumdog Millonarie y me conquisto en su día con Transpotting. Entre el amor y odio que le tengo a partes iguales debo reconocer que os podría dar 127 buenas razones para ver esta obra.

Una historia de ambición obsesiva compulsiva en la que Natalie Portman hace un autentico ejercicio de polivalencia mostrando sentimientos encontrados. Hace muchísimo tiempo que una actriz no consigue arrebatarme con su trabajo como lo ha hecho esta actriz de talento superlativo. La película con un argumento sencillo, consigue sumergir al espectador en el camino de metamorfosis de intenta autoimponerse Nina. Recuerda al Retrato de Dorian Grey en el corte de historia. Oscura, con una acertada estética, Aronofsky arriesga y gana.

El viejo Alvin, en su vieja cortadora de césped, cruzando el viejo Missisipi. Y es que esta historia esta llena de viejas historias (hermanos separados por viejas disputas, recuerdos de tiempos mejores, problemas de familia…). Un viaje lejos de ser épico u onírico, pero que nos deja un sabor de boca agradable. Desde mi punto de vista, creo que es una película amable y “simpática” para el público sensible. Richard Farnsworth hace uso de sus años y su cara de “abuelo entrañable” en la que seria su ultima gran película. Las conversaciones pueden parecer planas y sencillas con pequeñas moralejas al estilo vaquero que un perro viejo puede ofrecerte sobre la vida. Ni mucho menos es la obra maestra que esperaba según la crítica que he leído por aquí. El tiempo cobra gran importancia en esta película y me explico. Las imágenes son muy reposadas sin brío ni dinamismo para que disfrutes del viaje como Alvin. Los diálogos son lentos para que prestes mucha atención aunque traten de trivialidades. Los movimientos tanto de cámara como de los personajes que intervienen en la historia son muy pausados y con esto puede pecar la película de aburrimiento, pero dota a la película de estilo propio. Melancolía mezclado con campos de trigo acompañada de una buena banda sonora.Una película donde las pequeñas cosas cobran importancia. Mi nota, un 6,8.