Veo en DVD el drama histórico psicológico, "Un método peligroso" dirigida por David Cronenberg, quien logra una estupenda actuación de unos actores correctamente caracterizados, Viggo Mortesen (Freud) y Michael Fassbender (Jung), si bien Keira Knightley (Sabina Spielrein) sobreactúa creando una interpretación exagerada con un gesto continuo en el rostro de desagrado. La bellísima obra acerca de la rivalidad entre los dos grandes creadores del psicoanálisis, cuenta con un buen guión acerca de la salud psíquica y está llena de brillantes diálogos de médicos "heridos" (basados en la correspondencia real de los tres personajes), presentando una factura impecable, un espléndido vestuario, unos fastuosos decorados, una luminosa fotografía de Constanza y Viena y una dominante banda sonora, si bien observo un extraño corte de la acción en el minuto 35, demasiada "sensibilidad" en la actriz principal (como ya he dicho), una fría puesta en escena sin ninguna concesión emocional y una subtrama prescindible, la del libertino Otto Gross (Vincent Cassel).

Veo "El hombre de los puños de hierro", una película de artes marciales, dirigida, escrita e interpretada por el rapero y productor estadounidense RZA y protagonizada por los guerreros solitarios Russell Crow y Lucy Liu. Salvando que la ambientación de la China del siglo XIX es bastante buena, la coreografía de las escenas de lucha es perfecta, la fotografía es acertada y es estupendo el uso de la música para acompañar a las escenas de acción, todo lo demás es entretenimiento rodeado de mucha sangre, mujeres desnudas, casquería, efectos visuales, saltos vertiginosos y acrobacias sin sentido que, tanto el director como el productor, Quentin Tarantino, manejan a su antojo pasándoselo bien y gastando mucho dinero.

Veo en DVD "Moonrise Kingdom", acertadamente ambientada en 1965, en una idílica isla de Nueva Inglaterra, donde un huérfano de acogida huye junto a la hija de dos abogados a quien conoce en una actuación teatral en la iglesia. Wes Anderson, con su característico estilo, pone especial cuidado en una colorista fotografía, en unos simpáticos y conflictuados personajes -brillantemente intrepretados por Bruce Willis, Edward Norton, Bill Murray, Frances McDormand, Tilda Swinton y Harvey Keitel-, en una conmovedora música y en una delirante ambientación. Humor caprichoso, buena técnica y estética minuciosamente planeadas que hacen de cada plano una auténcia belleza.

Paso dos horas con la cuarta entrega de "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas" que, como sus predecesoras, otorga a la música un excelente y destacado papel. Con unos buenos decorados, está llena de sardónicos diálogos (incomprensibles para el público al que está dirigida), presenta exagerados y ridículos maquillajes y unos mejorables efectos visuales (en el minuto 25 la cerveza mancha la cámara). Penélope Cruz (a la que veo mejorar como actriz) roba protagonismo a un -como siempre en esta saga- sobreactuado Johnny Depp, en esta película de diversión y aventura llena de buenos secundarios, con un aceptable guión acerca de la traición y la búsqueda de la eterna juventud y correctamente dirigida por Rob Marshal. No me ha parecido que no esté a la altura de las anteriores ni que el ritmo sea lento, sino que creo que el cambio de director ha dado más contención a Jack Sparrow, más realismo a los secundarios y más seriedad en los diálogos.

Veo en DVD "A Roma con amor" donde Woody Allen retrata en esta ingeniosa y encantadora obra, cuatro historias paralelas basadas en notas que el director había recogido el año antes de que un grupo de distribuidores cinematográficos de Roma le ofrecieran financiarle una película con la condición que estuviera ambientada en Roma. A pesar de que el director acepta motivado por su deseo de rodar en Roma y por ser "una oportunidad de obtener dinero para trabajar en forma rápida y de una sola fuente", esta película es divertida, fresca y absurda. Con una fascinante ambientación (llena de tópicos como ópera, vino, música italiana, comida y terrazas) esta obra romántica y llena de humor, destila genialidad en todos los planos y escenas -memorable la sátira de la fama-, constituyendo un buen film donde todas las interpretaciones son notables (desbordante Penélope Cruz) y el guión engancha mientras afloran los sentimientos.