¿Es don Noé Baumbach el nuevo Allen? La verdad, me parece una afirmación harto aventurada. Por ejemplo, por ahora sus guiones no son demasiado ingeniosos: dos o tres sonrisas es cuanto me arrancó el de esta película. Pero sí, reconozcamos que -como Woody- es irreprochablemente intelectual y neoyorquino, que ha leído mucho y ha visto mucho cine -¡pobrecito, hijo de dos críticos!- y que procura mezclar lo dramático con lo cómico.

Bueno, basta de comparaciones. ¿Es recomendable la película? Creo que sí: yo encontré personajes entrañables, argumento bien trabado, y dirección e interpretaciones cuidadas. En general se puede decir que es cine convencional con toques intelectuales, así que todos los paladares la pueden disfrutar.

Estimado Paco León:

Gracias por haber hecho estas películas. Has demostrado ser un buen hijo y un buen hermano pero, sobre todo, nos has demostrado concluyentemente que es posible ser a la vez profundo, bondadoso, original... y divertido.

No sé qué podrás hacer después de esto; estaremos todos esperándote con las navajas abiertas, pendientes de cualquier defecto o de la menor disminución de tu inspiración. Pero, simplemente con lo que has hecho, mereces pasar a la historia del cine español.

Un episodio menor de la historia del cine sirve de pretexto para que se luzca -como casi siempre- Ms.Thompson, para que un magnífico equipo de dirección artística y vestuario recree mágicamente tanto el matorral australiano como la jungla de Hollywood, y para que Mr. Hancock nos vuelva a hacer llorar con una historia familiar.

Hay cosas buenas e incluso muy buenas en la mezcla, pero la salsa no ha trabado bien: demasiados flashbacks y demasiado mecánicos, demasiado metraje y un cambio final de carácter demasiado brusco.

Estimado filmaffinitista, puedes ir a ver la película, pero debes saber que es muy lenta. Si eres progre, debo advertirte también que es más bien favorable a los valores familiares, lo siento.

Un tour de force técnico, en que se mezclan las imágenes de 1988 con las rodadas hoy de tal manera que resultan indistinguibles.

Supongo que los chilenos disfrutarán mucho más que los demás; pero también nosotros podemos percibir el sutil equilibrio entre comedia y drama, entre alegría y tristeza, entre crítica y alabanza.

Una buena película, bien intencionada, bien pensada y bien ejecutada.

Como a Luc Besson y Pierre Morel les salió muy bien aquello de "Taken", nos ofrecen ahora un guiso parecido, pero añadiéndole un buen chorro de distanciamiento tarantiniano y reemplazando al "agonías" Neeson por un Travolta haciendo de Travolta.

El resultado es realmente espectacular, pero el gafapasta que hay en mí no puede puntuar con más de cinco tal delirio de inverosimilitudes, incoherencias, persecuciones y disparos.

Ahora bien, si me dejara llevar de lo que me queda de adolescente... otra sería la puntuación.