Pero para robo temporal, las dos horas que he perdido viendo la película (lo siento, chiste fácil).

Una revisión del mito de los ladrones que robaban a los ricos para dárselo a los pobres, una idea buena y original, aunque todo sea dicho, ci-fi de la barata y un reparto que deja bastante que desear.

Aun así, y salvando un comienzo un tanto flojo, la película se deja ver en cuanto empieza la acción.

Si uno no se pone a pensar mucho en coherencia con respecto al mundo actual, puede disfrutar la película con todas y cada una de sus "cantadas".

Totalmente indispensable para conocer a fondo los orígenes de la crisis financiera que vivimos. Sin pelos en la lengua, en el filme aparecen nombres e imágenes de los culpables de que mucha gente en pleno siglo XXI esté pasando hambre.

Sin importar que el espectador no sea docto en temas económicos (como lo es un servidor), la película explica perfectamente y de manera sencilla todo lo relacionado con Wall Street y el descontrol fiscal que les lleva a amasar increíbles fortunas de dinero. Eso sí, mi recomendación es que no se pierda la atención de lo que se ve, pues un simple detalle perdido podría significar no entender el resto de la película.

Recomendadísima a todo el mundo. Y especial atención al final. Indispensable.

"La Cosa" de John Carpenter es esa película que te demuestra que no necesitas un ordenador para que el espectador salte del asiento. Y de que no necesitas que el volumen esté al máximo para que el miedo recorra tu cuerpo.

Y es que sólo un maestro como John Carpenter es capaz de hacer que el descubrimiento de un ser extraterrestre en plena antártida nos haga temblar hasta las pestañas. Y no hablo sólo del frío.

"La Cosa" es una cinta obligada para cualquier amante del cine, cargada de tensión pura, de constantes descargas de adrenalina y una sincera admiración por aquel que diseñó la criatura.

No hay que olvidar que la BSO está compuesta por el mismísimo Ennio Morricone. Como he dicho antes, recomendadísima.

Me considero un hombre afortunado, pues he sido agraciado con la posibilidad de admirar la obra maestra que Francis Ford Coppola nos ofreció, una de esas películas que es necesario ver si uno se atreve a decir que es aficionado al séptimo arte.

Y una verdadera obra de arte puede considerarse "El Padrino". Rebosa calidad por los cuatro costados, desde el primer al último fotograma, desde la primera hasta la última nota de la banda sonora de Nino Rota, desde el primer momento que aparece Marlon Brando en una de sus últimas grandes películas, hasta el último momento en el que Al Pacino desaparece tras la puerta de madera, en su gran descubrimiento como actor.

Tremendamente recomendable para cualquier persona que piense que le gusta el cine. Una maravilla con todas sus letras.