Tal y como dicen, en el factor artístico e ilustrativo, es una película impecable.

Ahora bien, la historia, es otro tema. Una peli de hora 20 es muy similar a otras obras, como el Rey León, Rompe Ralph o casi cualquier película de Pixar, Disney o Dreamwork. Ahora bien, ¿porqué esta película no me llegó? Es completamente olvidable, me siento como si hubiera visto un capítulo de 20 minutos, no me siento lleno, no me siento como si hubiera visto una peli.

La peli no tiene personajes memorables (algo muy difícil, ya que deciden que los animales no hablen), no tiene secundarios memorables (quién diría que me quejo de esto), no tiene escenas memorables, no tiene canciones memorables... no es una película memorable en absoluto. Te olvidas de ella porque lo más importante, la historia y los personajes, no llegan.

Interesante visión de qué pasaría si llegara el fin del mundo.

Tres historias inconexas de tres personas que, al enterarse que va a llegar el fin del mundo, deciden cumplir sus últimos deseos.

Muy bien hecha con un gran reparto es un corto muy interesante.

Salí del cine y, pese a que El viaje de Arlo no me disgustó, tenía algo detrás de la oreja.

Este corto, al igual que la película, se había alejado mucho de lo clásico de Pixar. Nos muestra un niño indio rezando y viendo sus divinidades como superhéroes.

La moraleja está ahí y está bien: su padre quiere que crea en sus raíces, pero quizás su hijo no crea en la forma que él quiere.

Sin embargo, cada vez que lo pienso, me repatea más y más lo EGOCÉNTRICO y PREPOTENTE que es este corto.

Está hecho por Sanjay Patel, que es conocido por... nada. Es su primer trabajo. Aún así, tiene los cojones a llamarlo Sanjay's Super Team. Una cosa es que alguien haga algo basado en su propia experiencia, pero NO que ponga su nombre delante. Una cosa sería que hiciera el corto en honor a su padre, NO A SÍ MISMO. Ni Spielberg hace películas a sí mismo. Sobretodo, tener las narices de, al acabar el corto, poner DOS fotos de él con su padre.

En serio, entiendo que alguien lo haga en torno a sus experiencias o como homenaje a un ser querido... pero poner su nombre por todos lados, su foto... siendo una persona que no ha hecho nada... no me mola nada de nada, muy egocéntrico.

Un episodio. Un episodio de 20 minutos y ya tengo razones más que de sobra para no seguir viendo la serie.

No andaré con rodeos, lo primero es que me ha parecido un plagio total a Ataque a los Titanes. Sí, la serie salió antes, pero esta serie está basada en un juego de 2011, cuya saga empieza en 2010. Pero el manga de Ataque salió en 2009. La humanidad es atacada por unos monstruos y es recluida en una ciudad amurallada, donde unos valientes soldados se enfrentan a los monstruos con armas especiales. En el primer capítulo, los monstruos logran derribar la muralla liderados por un monstruo mayor y atacan a los humanos ¿De qué hablo? Nadie lo sabe, las dos tramas son iguales.

Y aunque no fuera que esta serie haya plagiado a Ataque, Ataque lo hizo muchísimo mejor. He estado 20 minutos y no puedo describir a ningún personaje, todos son genéricos, estereotipos. En Ataque se gastó un capítulo desarrollando a los personajes, el mundo, las motivaciones. De este prota sólo sé que "quiere matar monstruos" y ya.

Una serie muy floja y casi hecha sin ganas. La animación no está mal, el curiosa... quizás para asemejarse al videojuego... pero es que con personajes planos y una trama copiada, no puede hacerse mucho.

Empecé a ver la serie con muchas ganas. En principio, tiene muchas cosas que me gustan. Tiene una temática marcada (la música clásica) es un romance de adolescentes, hay genios por delante, competiciones...

Sin embargo, nunca llegó a interesarme. No es Bakuman ni Toradora, esas series que tenía que seguir viéndolas porque quería saber qué iba a pasar. Con esta no, esta había muchos momentos que me aburrían, que me saltaba.

Me pareció una serie muy lenta y repetitiva ¿Cuántas veces el prota repite que no puede oír? ¿Cuántas veces toca con éxito para un capítulo después, repetir que no puede tocar? Leches, ese punto ya lo pasamos, tocaste bien, no veo que vuelta a tener un problema. No sé, tampoco veo un objetivo claro. Por ejemplo, en Bakuman lo había, tener una serie. Cuando la tenían, el objetivo era mantenerse o vencer a tal mangaka... aquí apenas veo eso. Hay conciertos, pequeñas oposiciones... pero se me hace vacío. El objetivo del prota no lo tengo claro. Ser músico me parece abstracto si no añaden algo como ganar X.

El prota tampoco le vi mucha chicha. Un prota soso, un parado que nunca hace nada. Sólo es buen pianista, pero casi siempre se está quejando de todo. Una pequeña queja, que no es esencial, me mata que al padre le saquen de la vida del prota con el manido recurso de "está de viaje". Podría haberse esforzado más.

Otro problema que tenía era la animación. Cada dos por tres tenían que poner caras, o dar gritos... eso rompe mucho el ritmo y la atmósfera.

Sobre las tramas amorosas, tampoco me llegaron a gustar. Llego al capítulo 12 y no me queda claro si la chica está saliendo con Watari... básicamente porque nunca se les ve haciendo cosas de novios. No sé si estaban saliendo o no, pero si salían, no lo parecía.

Tampoco me gusta cómo se afrontan los problemas, me parecen súper simples. El prota tiene un bloqueo mental, un trauma. ¿Cómo lo superan? A base de cabezonería, a base de forzarle, de toca, toca, toca... demasiado simple, no vi un verdadero trabajo de su bloqueo y una solución REAL (más que nada, porque al capítulo siguiente, volvían a caer en el mismo problema).

Eso sí, ha habido bastantes puntos a favor. La música me parece muy bien elegida, cómo se trata el tema y explican a los no-iniciados la diferencia cuando se toca una canción de tal o cual manera.

Los momentos de reflexión, cuando los protas no ponen caras y piensan en sus sentimientos, me parecen muy potentes. Cuando la amiga del prota ve a su antiguo amor y se da cuenta de que no le quiere porque quizás quiera a su amigo... dios, me encanta. Muy real, me encanta como reflejan esa confusión de la adolescencia.

Por lo demás, es una obra que aunque digan que está bien y es genial, a mí no me ha llegado.