No hace falta ser Hari Seldon docto en psicohistoria según la concibe Asimov para saber que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y que conocer nuestra historia por mucho que la cuenten siempre los vencedores, no sirve para evitar volver a caer en los errores sino para darnos cuenta de que los volveremos a cometer.
 Los imperios (siempre sustentados en una amplia base proletaria explotada) caen y se levantan en un ciclo que terminará cuando se extinga la raza humana (a no mucho tardar según van las cosas). Asimov basó sus cuentos que acabaron formando la trilogía de la Fundación, secuelas y precuelas en "La Historia de la decadencia y declive del imperio romano" del británico Edwuard Gibbon (1737-94). Un imperio basicamente occidental que duró mil años, a los que siguieron otros mil de "oscurantismo" medieval donde la Iglesia ejerció de Fundación preservando, censurando y controlando el saber antiguo según sus intereses, hasta la llegada del renacimiento.
No hace ni 600 años y la rueda volvera a girar en sentido contrario más pronto que tarde segun parece. Claro que ahora como dice el dicho: "el saber no ocupa lugar" y la "sabiduria" se puede almacenar en unos pocos terabytes o lo que se lleve actualmente. El problema será recuperarnos del apagón tecnológico en ciernes mientras seguimos soñando en conquistas galácticas, utopías quimerícas que aunque fueran posibles no creo que tengamos tiempo como especie para ello.

El preambulo reflexivo viene a cuento porque entiendo que es lo que pretendía un divulgador amplio de ideas y hechos como Asimov, del que siempre fui fan en mi adolescencia, época en la que ley la trilogía de la Fundación. Pasados más de ocho décadas de su concepción entiendo que David S. Goyer creador de esta serie adapte todo lo que considere para que el asunto sea digerible para la audiencia, y acorde con los tiempos que vivimos. Más protagonismo para las mujeres cosa que Asimov hubiera hecho seguro en nuestros días y más acción (esto último creo que curiosamente es lo que menos me funciona). Y ya puestos nuevas tramas que no están en las novelas y puedan enriquecer o no el conjunto dándole más amplitud dramática (el tema de los emperadores clones no me disgusta). No hay que rasgarse tanto las vestiduras, ahí están los libros, la serie es otra cosa, con sus aciertos y contradicciones.

Si bien el aspecto formal es muy notable, a mi juicio no siempre y en todos los capitulos. El vestuario, y la filmación de algunas momentos de acción están por debajo de otras series ya vistas y cuando hay que "mover gente" la cosa deja que desear. Las interpretaciones varían en función del dibujo de los personajes que hacen los guionistas, unos mejores que otros (mi preferido es la robot imperial). Para no extenderme más termino diciendo que me ha entretenido pero no me ha emocionado. Afortunadamente queda mucho por contar. "Respetad y disfrutar la paz".

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