Una gran película, sino se hubiera rodado con anterioridad. Si Ridley Scott pensaba hacer un "remake", que lo hubiera hecho. Yo a esto lo llamo plagio. Se ha limitado a cambiar asiáticos por afroamericanos, pero la trama, el protagonista y el malo son los mismos que en Manhattan sur. De hecho, la original es más profunda, compleja y excitante, pero como es del denostado Cimino...

A pesar de todo, me ha gustado.

Qué puedo decir salvo que recurrir al uso del travelling y aprovechar la entrada al túnel para hacer un fundido a negro y cambiar de escena me parece sublime para la época. Aparte del divertido , pícaro y sutil erotismo presente en este corto, creo que su máximo valor reside en la innovación técnica al combinar dos elementos esenciales en la narrativa cinematográfica, creados con anterioridad, de forma natural, eficaz e innovadora.

Algunos usuarios ya han descrito muchos de los defectos que se pueden achacar a este trabajo como los diálogos cursis, el mensaje pacifista y ecologista pobremente desarrollado, algunos personajes poco carismáticos y no muy bien interpretados, la excesiva duración y alguna sonrojante ausencia de verosimilitud (es físicamente imposible bucear a pelo a partir de cierta profundidad sin acabar siendo un guiñapo inerte e informe), etc.

No obstante, aunque la trama sea la típica del grupo de personas (con su héroe y heroína, su personaje friki, el brutote, el desquiciado, etc.) en una situación complicada en la que surgen diversos conflictos y con una amenaza en la sombra y pese a que el enfoque dado al tema de encuentros con seres extraterrestres sea el clásico tipo E.T. o Encuentros en la tercera fase (se nota muy claramente la influencia de Spielberg no sólo en ésta sino en general en todo el cine de Cameron), me parece justo destacar que no estamos ante un Blockbuster más totalmente desechable, por muchas, y creo que buenas, razones.

La trama es típica, pero el contexto de una fosa abisal no. La mezcla de tensión, aventura, fantasía, ciencia-ficción y acción está realmente muy bien equilibrada. Asimismo me convence la actuación de Ed Harris, sobre todo en las escenas dramáticas. También es un verdadero gustazo disfrutar de escenas submarinas tan bien reconstruidas y ver operar aparatejos de alta tecnología que no sean las clásicas naves especiales, rayos laser o androides, sino funcionales y prácticos ingenios subacuáticos. La sensación de claustrofobia y de fragilidad por estar a gran profundidad y la permanente sensación de amenaza y curiosidad por lo desconocido también está lograda.

Todo esto se fundamenta en una extraordinaria ambientación (aquí hay mucho trabajo detrás y se nota), una notable fotografía submarina, un decente trabajo tras la cámara (por ejemplo, en las escenas de punto de vista subjetivo y las secuencias de acción), pero está claro que el punto fuerte son los efectos especiales, campo en el que Abyss no es una más, ya que no recurre sólo a la técnica que existía por aquel entonces si no que innova muchísimo, presentando uno de los primeros efectos digitales convincentes (para los que la hayan visto, me refiero al pseudópodo transparente capaz de imitar caras humanas) que sirvió de prototipo para la confección del T-1000 en terminator 2. También llama la atención el realismo que transmite la recreación de un ambiente abisal y los múltiples gadgets que emplean los personajes para desenvolverse en él. Por no hablar de las escenas en las que la solución respirable entra en juego, del diseño tan original de los alienígenas, que recuerda a las medusas y a ciertos diseños de Moebius, o un logradísimo descenso a lo más profundo de una fosa oceánica.

Lo que quiero resaltar es que la técnica también es importante en el mundo del cine, que como muchos lo definen es una fabrica de sueños, y para poder representar algunos de ellos es necesario el desarrollo de efectos visuales. Y de ese trabajo no sólo se ha beneficiado el espectador sino muchísimos autores, que pueden ser mucho mejores narradores, utilizar mejor la cámara, tener un mayor sentido estético o tocar temas más interesantes y más profundamente, pero que también se ha beneficiado de esa otra parte de la industria que es la innovación técnica.

De hecho, creo que aunque en otros aspectos James Cameron es un director y sobre todo un guionista, algo mediocre, su labor como desarrollador de innovaciones técnicas y su capacidad para llevar a buen puerto proyectos mastodónticos, es de las más importantes en el medio (Las entretenidísimas Terminator o Aliens, la simplona, pero mágica Avatar, la empalagosa mas espectacular Titanic o la que acontece, Abyss, así lo atestiguan) y representa para el cine contemporáneo, en cierto modo y sólo a este nivel visual, lo que artistas cómo Méliès, Lang, Harryhausen, Kubrick, Spielberg o Lucas (salvando las distancias con alguno de ellos, que en otros aspectos de la profesión le superan con creces).

En definitiva, que no todo va a ser western, cine negro, sátiras o intimismos varios, de vez en cuando también apetece dejarse impresionar por innovadores efectos visuales y relajarse siguiendo una historia de aventuras y espectáculo sin complicaciones. Otra cosa es basarse en el desarrollo previo de efectos digitales sin aportar nada más que el abuso de la vanguardia tecnológica que otros han desarrollado y hacer bochornosas fantasmadas como Transformers, Independence day o G.I. Joe. Francamente, no creo que Abyss pertenezca a esta categoría.

Otro acierto dentro de esta saga de 10 capítulos, que empiezo a pensar que no va a dejar de sorprenderme hasta el final. Si bien, formalmente la homogeneidad con los dos primeros es evidente, aunque quizá éste sea el que más recursos estéticos utiliza, sobre todo por el contraste entre el juego con las luces de la ciudad (los semáforos, luces navideñas, los faros de los coches y la policía,…) y la imagen de la ciudad semidesierta por ser la madrugada de nochebuena. Por otra parte, la historia que se nos cuenta es sumamente original y bastante desoladora. Apuesto a que el contraste estético antes mencionado no es casual ya que la relación con el mandamiento que le da título es precisamente el contraste que se produce entre las personas que disfrutan de una nochebuena “normal” frente a los protagonistas y otros personajes secundarios que tienen otras cosas en que pensar, otros asuntos que resolver o simplemente por diversos motivos, como el trabajo o la enfermedad, no pasan esas horas como el resto del mundo.

La historia principal está narrada con suma delicadeza y paciencia, al igual que en los anteriores episodios, y aunque desde el principio se puede adivinar parte de lo que está sucediendo, no es hasta el último tramo que nos enteramos de sus sutilezas y hechos que la convierten en una historia realmente original. Se trata de un drama muy complejo, como los que les suceden a las personas de carne y hueso, y muy difícil de resolver o al menos arreglárselas para convivir con él. Los actores están perfectos en su papel y ella hace gala de una gran belleza y una capacidad excepcional para transmitir sin palabras sus emociones.

Es de agradecer que Kieslowski en esta tercera parte introduce nuevos elementos como una búsqueda casi detectivesca, situaciones que bordan el surrealismo (la parada en el centro de alcohólicos o el encuentro con la guardia de seguridad), temerarias escenas de carretera y un interesantísimo giro en el guión que le da explicación al estrafalario comportamiento de uno de sus protagonistas y refuerza notablemente el dramatismo de su situación de una forma sumamente conmovedora.

Ni que decir tiene que visto lo visto hasta el momento espero lo mejor de la cuarta pieza de este decálogo. Ya les contaré…

Innegable interés histórico por ser la primera de la filmografía de España, pero regular porque, ya puestos a rodar algo, no se les podía haber ocurrido cualquier otra cosa que no fuera prácticamente idéntica a la primera proyección de los Lumière "Salida de los obreros de la fábrica". Vamos que ya tienen su cámara, se disponen a rodar y ...

- ¿Qué grabamos?
- Ya sé, la salida de unos obreros de la fábrica.
- Mmmmm, eso ya lo hicieron los Lumière.
- Déjame pensar.... Ya lo tengo. La salida de la gente de la misa.
- Guau ¿Cómo se te ha ocurrido?
- No es nada, es que soy un pionero español.

A lo mejor es que yo soy demasiado crítico y no me doy cuenta de que posiblemente sea el primer remake de la historia. En fin...

P.D. Crítica escrita desde el mayor cariño y respeto, a pesar de la ligera decepción, por aquellas personas que comenzaron, el unas veces más afortunado que otras, periplo del cine de nuestro país.