Para quienes veneramos el clásico: El Padrino, película donde se produjo una lucha entre gigantes: Brando vs Pacino y, en la cual este Sr. de la escena se llevó todos los trofeos; vimos este film con la sensación de que no estaba hecho para él.

Como ya han dicho otros amigos en este interesante foro, el guión no fue trabajado en absoluto y, quienes hemos seguido la trayectoria del protagonista a través de memorables obras de la pantalla grande, no se nos puede escapar el disconformismo y la apatía que denuncia su rostro en todo momento, pero también se observa una cierta rebelión interna de Al Pacino con el entorno en que se ha dejado meter, tal vez por alguna necesidad económica, quizás por esa febril actividad que siempre ha desplegado y, llega a aceptar trabajos que no estan a su altura interpretariva.

De todos modos y, a pesar de lo que he leído aquí, no sin darles a muchos e ellos la razón, personalmente, más allá de la dirección, la producción, etc., puedo decir que no me siento defraudado con la actuación de nuestro querido Sérpico.

A 6 años del éxito de Brokeback Mountain, el protagonista demuestra un notable aprendizaje dramático y maduración actoral. Es una meritoria actuación para un rol y un libreto tan limitados por la primacía de la imagen, de la obsesión del director D. Jones, por mantener un clima de suspenso similar a un Hitchcock.
Es parte de este culto a la modernidad que parece buscar lo mágico en el ámbito tecnológico, exigiendo de la ciencia productos inalcanzables, bueno, tal vez así ha funcionado el progreso durante los últimos 3 siglos... Quizás por ser un entusiasta de lo nuevo, me siento piadoso con los intentos, aún fallidos de agregar una idea adicional al saturado intelecto de estos tiempos; por ello quiero ser benevolente con el film, porque realmente me ha entretenido, aunque le podría sacar algunos minutos, ganando en calidad narrativa.
Creo, eso sí, que un director, en cierta forma es un escritor, con otra pluma tal vez; pero con la indudable obligación de pulir el lenguaje y la expresividad del mensaje que quiere transmitir, por ahí se puede filtrar alguna falencia, pero se suaviza por una fotografía que puede ser bien apreciada.
Resulta recomendable dentro del género, pero nunca para exigentes, claro.

Debo decir que, tras los interesantes comentarios previos de otros usuarios, con los que acuerdo totalmente, solo puedo agregar el gusto de haber conocido a una actriz que, si bien al principio no se lució demasiado, fue creciendo a lo largo del film, mostrando una gran posibilidad de desarrollo a futuro si, como dijo uno de los comentaristas, tiene la suerte de ser dirigida, por ejemplo: por W. Allen, u otro director de gran impacto artístico.

El tema es un clásico, especialmente en el terreno socio - político, el cual nos habla de que el marketing -dentro de nuestra sociedad de consumo- logra modificar pautas culturales y hasta, en cierta forma "hipnotizar" al cliente, hasta el extremo de preguntarse: ¿cómo pude vivir hasta hoy, sin este producto? Nos sucede todo el tiempo, con toda clase de bienes y servicios que creemos "necesitar" imperiosamente, aquí el servicio fue: "la previsibilidad en las relaciones de pareja" o, en otras palabras: la muerte del romanticismo clásico.

De modo que el argumento, a pesar de las desprolijidades finales, se presenta como creíble, siempre en el plano hipotético y, si bien es cierto que "...en otras manos podría mejorarse mucho...", debo confesar que, en mi caso esperaba bastante menos de lo que recibí finalmente de esta obra.

Lamento informar a algunos socios de este notable y querido sitio web que, el entrañable vocablo "Hispania" proviene del nombre dado por un pueblo lejano, llamado: Fenicios y, cuyo significado es: "Tierra de Conejos". Los queridos romanos, padres de nuestra cultura, ya conocían a Gadir (1100 AC), Sexi y Albera, tres de las ciudades que fundaron en nuestra península, cuando aún Roma no existía. Está todo en Google !!!
Pues bien, en esta serie se observa un esfuerzo de producción sobresaliente, tal vez las actuaciones no sean extraordinarias, pero cumplen su cometido y despiertan interés en el público (share de audiencia del 22,7% en su estreno).
Como dicen nuestros vecinos franceses: lo que está lejos de los ojos, se halla cercano al corazón; lo cierto es que, parece que hay desde hace un buen tiempo, una cierta avidéz por lo histórico; tal vez descollando allá por el 2000, con la aparición de "The gladiator" y, más recientemente "Spartacus Blood and Sand" o. la desaparecida "Roma". En fin, vale decir que, a muchos nos encanta fantasear sobre el pasado y divertirnos con ello, sin por eso dejar de apreciar un buen libro de historia -es un tema aparte-; pues bien, Hispania cumple muy bien su función de producto televisivo buscado por el gran público.
Preferimos alentar, con la esperanza de que prolifere el arte, para poder elegir y criticar ajustadamente en medio de la abundancia de productos ofertados, antes que apedrear al que se atreve a lanzar su proyecto, en un mercado tan difícil e infiel, como lo es el de la "pantalla chica".
Gracias.

Está muy bueno el conjunto de críticos "pachorros" que no aciertan a comprender que significa la categoría de "ficción" en el lenguaje televisivo, y se empeñan tristemente en corregir a las series históricas con el libro en la mano. No señores, la TV es, esencialmente entretenimiento y, aunque los gobernantes lanzan bonitos discursos acerca del rol educativo de los medios, hasta el presente no se ve nada potable en el plano de las concreciones. Es por ello que, al menos por estos rumbos, existe un amplio consenso, en el sentido de ver cada obra de arte, limpia de prejuicios o encasillamientos, tratando de juzgar el esfuerzo productivo y el ingenio puesto en la realización de la obra, entre otras variables analíticas.
En este aspecto, Toledo tiene una notable conjunción de trabajos aceptables, siendo benévolos con las incoherencias y las inexatitudes históricas, o al menos, siendo tan piadosos, como esos mismos críticos lo son con las series americanas que tanto idolatran y, que a mi me aburren soberanamente, por ello prefiero una obra hispana mediocre, antes que un éxito de Hollywood, porque habla con mi mismo lenguaje emotivo.
Lamento disentir a tal punto, pero me han gustado las actuaciones que, llegan a compensar ciertas fallas de dirección. Desde luego, nunca esperamos una historia con una calidad de un Manco de Lepanto, tan solo que nos entretenga un rato, nos haga olvidar de las frecuentes crisis económicas de la gran aldea y, mantenga las fuentes de trabajo de nuestros queridos artistas que, hoy día, no es poca cosa. Gracias.