Una película de terror con elementos de crítica social. Muy bien dirigida por Lorcan Finnegan con buenas actuaciones y una fotografía limpia y convincente.

El clima de suspenso se mantiene hasta el final que, aunque quizás trillado, es efectivo y lo único que podía esperarse.

La película es una metáfora sobre la importancia del contacto, de sentir. No se sabe qué es lo último que queda.
Bien realizada, buena fotografía, bien actuada.
Melancólica.
Un emotivo apocalipsis de insensibilidad. Es interesante que la insensibilidad es precedida por una explosión de emociones y sentimientos. Es muy simbólico el manejo del tema.

Una película británica de bajo presupuesto rodada como un documental. Las actuaciones no son para Oscar ni mucho menos pero la historia es interesante. Aunque está lejos de ser CF dura al 100%, presenta algunas propuestas creíbles sobre desarrollos tecnológicos y de IA en el futuro mediato. Los efectos especiales, que son pocos, le suman cierta credibilidad. . No es una película de acción trepidante que tanto se aprecia por ciertos públicos; es más bien lenta y el movimiento de la cámara resulta cansador en ciertos momentos. En conjunto es una película que entretiene y da para reflexiones posteriores. No recomendable para público que busque explosiones y balaceras (o batallas de "rayos láser" en este caso).

La canción de The Killers empieza así.

Una película que no es de ciencia ficción aunque no podría sacarse del espacio profundo pues solo allí podría desarrollarse la trama. El extraterrestre, que no es mas que la forma que adopta es la forma simbólica del inconsciente.

La película es lenta como debe ser. Artesanal en su producción, lo que aporta un clima de añoranza y melancolía. Adam Sandler está muy bien en un papel dramático. La fotografía es sencilla, evocadora, con contrastes entre lo onírico del viaje de Jakub y la realidad de Lenka. Los efectos especiales muy bien logrados. La dirección de Johan Renckhace posible una película que en manos de otro director hubiera sido una producción hollywodense más.

Quien espere una película de acción espacial probablemente se sienta decepcionado pero si aguanta podrá valorarla. Quedan ganas de leer el libro de Jaroslav Kalfar: Spaceman of Bohemia.

A comparación de las otras adaptaciones de las novelas de Harlan Coben ésta se queda corta. Y no por la trama que me parece bien manejada pero los actores no dan la talla. Van perdiendo fuerza a lo largo de la serie, carecen de profundidad y naturalidad. Especialmente la actuación de Mario Casas (Mateo Vidal) es rígida y poco convincente. Aunque el director hace el esfuerzo, me parece que no es una adaptación muy afortunada.