Nunca me ha entusiasmado el cine español, y eso que soy española, pero ahora con más motivos, porque querer hacer un peliculón y terminar haciendo algo tan patético, da risa. Y así me lo tomé yo, a risa. Pero vaya dos horas y media más largas.
Podría destacar el papel de alguno de los actores, como Javier cámara, pero desde luego el protagonista, Vigo Mortensen, debería de tomar algunas clases de dicción porque habla fatal, e interpreta peor.
Y para colmo van y te ponen una banda sonora que ya les vale: una marcha de procesión de lo más cutre (las hay mejores) de fondo a una batalla en la que daba la impresión de que iba a aparecer el Nazareno por una esquina de la pantalla. Ahí si que ya me partí en dos de la risa.

Sigo preguntándome por qué tienen que hacer remakes de películas clásicas que ya estaban ahí y que por mucho que las adornen con efectos especiales y actores jóvenes, siempre habrán comparaciones con los clásicos y éstos serán mejores. Creo que incluso en esta han metido la pata con los actores. Para nada el Dicaprio era el adecuado para ese papel. Le supera la Winslet con creces y hasta la Bates. Eso sí, repito que los efectos especiales son increíbles, pero eso no la salva de que los actores no sean buenos ni sus interpretaciones tampoco. Me quedo con la clásica en blanco y negro de toda la vida.

Uf.....no sé qué decir. Bueno, sí, puedo empezar diciendo que a mi hijo de 16 años le gustó mucho, pero a mí, que le llevo unos cuanto más, no tanto. Para una tarde de aburrimiento, entretiene, sobre todo por esos cambios tan rápidos de un país a otro y esa buena fotografía y efectos especiales, que es lo único que merece la pena ver. El chico del cartel, o sea el protagonista, recuerda un tanto a Keanu en Mátrix, por la vestimenta, y si nos vamos a lo absurdo del guión de la película, pues también me recuerda a la otra. Pero comprendo que a la nueva generación le guste este tipo de películas, aunque por lo que he podido leer, tampoco a todos. El único que se podía salvar en cuestión interpretativa es Samuel, pero la verdad es que le he visto en mejores papeles que en este.
No sé, quizá va a ser cierto eso de que a los guionistas de Hollywood se le están acabando las ideas. O ya está todo inventado.

No está mal, pero en comparación con "El truco final", me quedo con ésta última. Era bastante más interesante e ingeniosa. No obstante la historia de amor alrededor de la cual gira toda la película, está muy bien montada y a mí me sorprendió porque en ningún momento pensé que el final sería el que tuvo la película.
Yo cuando veo una película me dejo llevar, dejo que me sorprenda, que me inquiete, que me vayan revelando las cosas poco a poco, porque si ya desde el principio intuyo el final, deja de gustarme. Y ésta es una de esas películas en las que para nada es predecible el final y eso me sorprendió y me encantó.

Es la primera película de este señor que me gusta. Quizá porque no le entiendo o no le veo la gracia por ninguna parte, pero el caso es que nunca me han gustado sus películas, excepto ésta. La encuentro ingeniosa y divertida a la vez que disparatada, y por supuesto la interpretación "deliciosamente perversa" de Hugh Jackman, me encanta.
Rompí las normas (no ver películas de Allen) por deseo expreso de una amiga y fan de Hugh, y desde luego merece la pena verla.