Esta película es un buen ejemplo de como una película que podría haber sido un icono del cine de aventuras/épico se puede maltratar convirtiéndola en una más. Unos buenos efectos especiales de Industrial Light and Magic consiguen que te creas una historia verdaderamente fantástica con una excelente banda sonora. Es muy irregular, podemos pasar en unos segundos de escenas de lo más triviales que abusan de tópicos a escenas realmente inolvidables llenas de magia e ingenio. Lo mejor, los momentos con los dos protagonistas, el caballero y el Dragón, realmente memorables. Muy recomendable, especialmente para ver en familia o para los nostálgicos que la vimos de pequeños. El famoso final, genial.

Esta película de Star Trek contiene todos los elementos que caracterizan las películas de Star Trek, pero todos estan realizados de manera fluctuante y rodeados de escenas sumamente comerciales, simplonas y un tanto pretenciosas, si bien muy impresionantes. Si en Insurrección ya se acusaba un descenso de calidad, aqui se llega a perder la esencia de Star Trek y la buena ciencia ficción que antes nos mostraba, dando paso a una película de acción con un guión que se mantiene pendiendo de un hilo toda la película y sólo emociona por su grandilocuencia, y obviamente, los personajes son los mismos, y eso se nota. A pesar de su comercialidad, fue un fracaso comercial, demostrando que con efectos especiales realmente espectaculares y batallas espaciales que ocupan medio filme, ni se consigue emocionar, ni transmitir todo lo que hace esta saga tan increíble. Quizás la más floja de Star Trek.

Odisea 2 (deberían haberlo traducido correctamente a 2010: El año en que hicimos contacto), es una película de 1984, uno de los mejores años en cine de aventuras y de ciencia ficción en particular, cuando se estrenaron una gran cantidad de películas de este género, entre ellas entregas inolvidables de la talla de Starman, Terminator, Star Trek III: En Busca de Spock, Dune..... En estas películas había un mensaje, una razón para ellas más alla de objetivos de taquilla como sucede actualmente, estas películas inundaron de magia y emoción las pantallas y eran ciencia ficción pura y dura. Aqui nos encontramos con una película de gran calidad que tenía el listón muy alto al continuar 2001: Una Odisea en el Espacio. Aquí la fría y calculadora (y única, por otra parte) película de 1968 da paso a una más inteligible cinta donde las cosas se ponen en su sitio. Tras varios chistes y trivialidades Ruso-USAs en torno a la ya anticuada Guerra Fría (por aquel entonces aún en desarrollo), la película abandona esa mínima convencionalidad que tantos críticos magnifican, para dar paso a la auténtica ciencia ficción. Aunque sea lenta, es necesario para admirar una visión realista del espacio con unos efectos de gran calidad y no digitales, que te "transportan" literalmente a la órbita de Júpiter. Gracias a la novela del gran Arthur C. Clarke en la que se basa fielmente, las verdades científicas están muy presentes, y esas complicadas cosas que dicen tienen mucho sentido. Las interpretaciones son correctas y no necesita mucho más, porque aí no radican sus pretensiones. El final, al más puro estilo de los ochenta, con un claro mensaje optimista de cara a nuestro futuro es de los más bonitos e impresionantes de la historia del cine, con imágenes apabullantes. No se la pierdan, pero mucho mejor si ven antes 2001, ambas se benefician en un visionado conjunto.

Una fotografía impresionante, una ambientación que cuando es acertada es memorable, y cuando no lo es demasiado tampoco pierde su magia. Es una historia de castillos, maldiciones y princesas; una aventura al estilo clásico. A pesar de sus defectos, el resultado en conjunto es notable y es una película memorable, romántica y nostálgica digna de ser vista. Una de esas historias de aventuras tan abundantes en los 80s trasladada a la fantasía medieval con un muy buen resultado. Al menos un punto de la película se lo doy por Lady Halcón (Michel Pfeiffer), inolvidablemente bellísima. La música, en algunos momentos pop ochentero, aunque haya pasado de moda y a muchos les moleste, no tiene por qué sacarte de la película y en sus momentos orquestales es digna de ser recordada. La parte intermedia de la película es lo más destacado, donde sin inicios ni desenlaces, la magia de la película sale por la pantalla. No se la pierda.

Comenzamos a ver una por una las películas de Star Trek. Esta primera entrega no deja indiferente a nadie, ya sea para bien o para mal. Se aleja bastante de lo visto en Star Trek: The Original Series, siendo una exploración profunda del espacio y la vida, pero a la vez mantiene todo el espíritu de la serie, y bajo la grandeza de una de las mejores bandas sonoras de la historia y como no, a bordo de la nave Enterprise, remodelada con un resultado impresionante. A veces es un poco lenta y los exteriores ocupan muchos minutos como pretexto para los notables efectos especiales, pero tiene cierta profundidad que va mas allá de lo superficial. Sin duda, es una de las mejores Trek.