Además de traer de vuelta de forma humillante a personajes que ya habían cumplido y cerrado su papel dentro de la saga, como Carlos Oliveira o el de Michell Rodríguez. Como ya alguien había escrito, las escenas sin sentido e incomprensibles (tanto para los que conocen los juegos como los que no) como el atrevimiento de Leon de posar su mano sobre el tierno muslo de Ada y luego, ella, con un gesto de asco, retirándola; son totalmente absurdas. La historia se reduce a la trama de un videojuego de atari: pasar por distintos escenarios (Tokio, Moscú, New York, etc) dando bala a diestra y siniestra. Aqui los personajes ya no tienen coherencia ni un objetivo: No se sabe nada de la historia de Ada ni de Leon, ni cuáles son sus motivaciones, ni cómo se conocieron, ni porque Wesker quiere unirse a Alice si hasta la cuarta entrega la quería matar. Las frases de León como "Ada tiene un plan" son comprensibles para los jugadores, pero para los simples espectadores no tienen sentido. La referencia del virus LAS PLAGAS no tiene explicación alguna, sólo aparece porque sí.

En los únicos dos momentos donde se plantean dudas serias (en el accidente de la hermana y en la muerte del papá) los guionistas lo resuelven de la manera más mediocre e insulsa posible: en el accidente de la hermana, el tipo viaja con ella al pasado (pasando por alto las reglas de los viajes en el tiempo de ese universo) para resolver de "raíz" el problema de alcoholismo de su hermana (el novio abusador) y como por arte de magia cuando vuelven al presente, todo es perfecto, sin ninguna implicación compleja sobre la modificación del pasado de su hermana, sólo un pequeño y estúpido detalle: que su primogénito ahora no es rubio sino pelinegro. ¿Y qué hace nuestro amigo?: volver al pasado, dejar que su hermana sufra el accidente, con tal de tener nuevamente a su hijito rubio (lo cual también viola las reglas de los viajes en el tiempo que su papá le había explicado)... ¡qué buen hermano!. Igual termina resolviendo el problema de la hermana de la manera más irrisoria: después del accidente, con un par de noches sentado al lado de su cama de hospital, la convence de que deje al abusador y se case con su amigo el colorado (sin pasar por un tratamiento psicológico y como si la cuestión del alcoholismo y de su mala vida no tuvieran otras causas más complejas y sólo se pudieran resolver casándose con otro tipo).

Y la muerte de papá... ¿qué clase de duelo y de aprendizaje sobre la importancia de la vida se puede llevar el personaje, cuando utiliza su poder para volver al pasado y visitar cuántas veces quiera a su papá? La película al final nos restriega un mensaje sobre "vivir la vida una única vez con los momentos buenos y malos" de la manera más hipócrita posible: porque durante toda la cinta e incluso en el final, el protagonista no acepta lo malo que le sucede, sino que lo que no le gusta lo cambia cuántas veces quiera hasta que no hayan consecuencias negativas.

De verdad, todo se centra en intrascendencias, sin ahondar en decisiones de vida: errores en la escogencia de proyectos de vida, consecuencias de conocer a una u otra persona y sus implicaciones en las vidas de todos e incluso afectar el curso de la Historia, qué sé yo. Las preocupaciones de los personajes se sienten irrelevantes frente a lo que podría experimentar una persona con ese poder. Se siente vacía. Es una película para ver una vez y botar a la basura.