Las aventuras y sobre todo desventuras y pellejerías de una pareja de sombreros, uno de varón y otro de elegante de dama -aunque siendo sombreros no tienen obviamente nada parecido al sexo biológico- que se enamoran ya a primera vista, cuando los ponen juntos en la tienda, un amor fugaz ya que son separados por el cruel destino, cuando son comprados por distintos dueños (ese no es el final de la historia, por suerte)

Cosas que no deben dejar de ser una idea y pasar al mundo real.

Cosas que no deben abandonar las dos dimensiones para pasar a ser de carne y hueso.

Cosas como Los Padrinos Mágicos.

En realidad no es una película TAN mala, no es un total desastre, el principal problema es que live action, cuando cualquier cosa relacionada con los padrinos mágicos es tan caricaturesca que debería permanecer así, como dibujos animados. Esta película sería mucho mejor si fuera animación, los chistes serian mejores y más divertidos, los elementos ridículos, exagerados y caricaturescos tendrían más gracia.

Y en realidad es una adaptación bastante fiel, tiene su sentido del ritmo, el humor, los personajes, etc., como ya dije sería mucho mejor como animación, eso y el final es lo peor de esta película. Entre las cosas buenas, la guapísima Daniella Monet.

Versión chilena de aquel clásico de la comedia gringa que es Matrimonio con hijos, es una comedia muy agradable y a ratos hilarante, con buenos actores y con personajes en el punto justo de caricaturización. Como era de esperarse, los guiones y los personajes están muy apegados a la serie original pero esta versión se las arregla para “chilenizar” bien las historias y también darle identidad propia a los personajes, con un Tito Larrain tan perdedor como Ed Bundy, aunque las historias lo tratan con mucho menos crueldad, y una Quena (Peggy) menos sexopata y donde lo que prima es la flojera, y dos hijos tontos y chistosos, completando el grupo dos vecinos metiches pero muy distinto a los originales.

Entretenida serie sobre una guerra humano-alienígena, la cual carece de ese aspecto tan limpio de las series de ciencia-ficción de la misma época –como la nueva generación de Star Trek-, para presentarnos un futuro en guerra contra una raza alienígena y robots con forma humana –los silicons, si mal no recuerdo su nombre- que se han rebelado contra sus creadores y suelen tomar decisiones de vida y muerte –sobre la vida y la muerte de seres humanos- en base a lanzar una moneda al aire y si resulta cara o sello. Se centra en las andanzas de un variado grupo de marines espaciales involucrados en una guerra contra un humano muy superior mientras lidian con sus propios dramas y problemas personales. Duró solo una temporada pero perfectamente se le puede considerar un antecesor de series de ciencia ficción más “sucia” y realista como Battlestar Galáctica.

La popularidad de la serie The Nanny en Chile llevo, años después de terminada la serie, a realizar su propia versión, y fue todo un éxito, “chilenizando” y adaptando las historias de esta niñera a una realidad distinta pero conservando la gracia y los buenos chistes. Entre los cambios esta el que la niñera ya no es judía, eso debido a que la comunidad judía en Chile es muy pequeña y a diferencia del público gringo, el chileno no está familiarizado con la cultura judía y por lo tanto muchos chistes al respecto no son entendibles. También el hecho de que la niñera se llama Eliana y por eso le apodan “la Nany”, es porque en chile a las empleadas domesticas –que suelen cuidar a los hijos de sus patrones- se les llama “nanas” o “nanis”, es una forma de dejar en claro que la protagonista no es una empleada domestica sino una niñera, una categoría totalmente distinta.

Otros cambios tienen que ver con el conservadurismo del canal que transmitió esta serie y con el conservadurismo de la sociedad chilena en general, como el capitulo en que la Nanny se siente celosa de una mujer con la que trabaja su jefe, pero cuando la enfrenta esta mujer dice que no está interesada en la más mínimo en su jefe… porque es lesbiana.