He querido volver a escribir mi comentario sobre esta película porque, sinceramente, se quedaron muchas cosas sin escribir en un primer momento, ya que tuve que hacerla con prisas y sin tomarme mi tiempo. De verdad que todavía, después de varios días de haber visto esta película por fin, no salgo de mi asombro. Ahora que acaban de pasar los oscars, no me entra en la cabeza cómo el guión de esta película pudo ser considerado siquiera digno de llevárselo. Muy mal tenía que estar la cosa ese año en la academia para llegar a algo así. No entiendo el éxito tan enorme que tuvo en su día esta película. Ha sido decepcionante un poco, la verdad. Cierto es que Eddie Murphy tiene una facilidad pasmosa para la comedia y que se desenvuelve bastante bien, pero el resto de los actores están totalmente forzados, desde el asiduo de la tv en los 90, Judge Reinhold, hasta la bella pero poco natural Lisa Eilbacher. Sólo Steven Berkoff como el malo de la peli tiene cierta credibilidad. Cuenta la leyenda que mucho antes de que Murphy fuera elegido para ser el detective de Detroit que pasa unas vacaciones en Beverly Hills y se dedica a investigar el crimen de su amigo por su cuenta, se pensaba en el actor Sylvester Stallone para darle vida. Stallone, finalmente, decidiría abandonar el proyecto, pensándose luego en actores como Mickey Rourke, Al Pacino o James Caan. Hay que reconocer al atractivo Eddie Murphy su facilidad para ponerse en la piel de distintos personajes a lo largo de la película, su naturalidad y su facilidad para improvisar monólogos enteros que se acabaron utilizando en el montaje final de la película. El buen ambiente de rodaje se nota en el film, las grandes risas que tanto director como actores soltaron en algunas secuencias también, pero no creo que la película merezca ni de lejos la gran fama que le precede hasta hoy. Una música ochentera pegadiza pone la banda sonora a esta comedia de forma acertada pero me parece, sinceramente, que no es nada del otro mundo. Quizás las secuelas posteriores tengan algo más que decir.

La verdad es que tengo que reconocer que me he decidido a ver "Casablanca" hasta ahora, a mis 39 años. Como es inevitable, siempre había oído hablar maravillas de ella y me la habían recomendado insistentemente en verla, así que he hecho caso y la he visto, por fin. Tengo que decir que no me ha parecido la obra maestra que muchos consideran pero sí que me parece una muy buena película y, sobre todo, creo que es una película muy romántica, increíblemente romántica, sobre todo por ese personaje de Rick que Bogart borda y lo convierte en uno de mis personajes preferidos desde ya mismo. Una película que, como muy bien han comentado otros, fue escrita día a día, sin que los actores realmente supieran qué es lo que iban a rodar ese día. A la pobre Ingrid Bergman la tenían descolocada, sin saber a quién le tocaba amar en qué momento. Por cierto, qué guapa la sueca. Qué química tan impresionante en pantalla de esta pareja. Una actriz que medía 1,75 mientras que su compañero Bogart medía 1,73, por lo que el actor se veía obligado por el director a utilizar plataformas en sus zapatos y cojines en sus secuencias sentado con la rubia de Estocolmo. Cuentan que la que fuera esposa de Bogart por aquel entonces, la actriz Mayo Methot, tenía unos celos terribles de Bergman y estaba segura de que ella y su marido tenían un romance durante le rodaje, siendo las peleas entre la pareja frecuentes y haciendo llegar a Bogart al set de rodaje hecho una furia. La verdad es que Bergman y Bogart no tenían mucha comunicación entre ellos. A mí las miradas de Bogart y su melancolía me gustan muchísimo. El famoso café de Rick fue el único escenario que se creó específicamente para la película, el resto de decorados se reciclaron de otras producciones de la Warner Brothers, ya que era plena segunda guerra mundial y había muchas restricciones. Parece ser que la cantante Madonna quiso a mediados de 2000 hacer un remake de la película en la que ella se haría cargo del papel de Bergman y Ashton Kutcher sería Bogar. Ninguna productora le dio el visto bueno. Maravillosa la ambientación, la situación en la que se encontraba la ciudad de Casablanca por aquel tiempo, cómo todos trapicheaban y mentían, como nadie confiaba en nadie. Quizás éso sea lo que más me ha gustado de le película. En fin, tantas y tantas cosas referentes a esta película que poder comentar pero no cabrían en estas páginas. Me alegro de haberla descubierto y me alegro de que me haya cautivado tanto. Seguramente la vuelva a ver muy pronto.
Un saludo,
Tess

La verdad es que no deja de sorprenderme el escaso número de comentarios que provoca en esta maravillosa página las películas de mi amada diva, Barbra Srteisand. Aquí tenemos, ni más ni menos, que la continuación de la vida de la artista Fanny Brice, toda una estrella americana en los difíciles años 30. El yerno de la actriz, Richard Stark, fue el que consiguió producir la primera parte de la biografía de su suegra, esa maravilla que es "Funny girl". Para la Streisand, trabajar con este señor fue todo un suplicio y no le quedaron precisamente ganas de volverlo a hacer pero Stark tenía en su manga un contrato firmado con la actriz por el que ésta no tenía más narices que hacer una película más bajo sus órdenes y ésta fue esa segunda parte que nos ocupa ahora. Parece ser que Streisand, tras finalizar la película y verse libre de su atadura con Stark, le envió un espejo en el que había escrito algún que otro "cariñoso" calificativo dirigido a él con lápiz de labios. La verdad es que me esperaba mucho menos de esta continuación, habida cuanta del gran musical que había sido su predecesora pero a mí me ha encantado "Funny lady". Streisand diría más tarde que viendo lo guapa que estaba en aquella época no debería de haber dado vida a Fanny Brice, que ella era demasiado guapa para interpretarla. La verdad es que está magnífica. Junto a ella, un atractivo James Caan, muy contento con este trabajo que le permitía distanciarse de los tipos duros en los que se veía encasillado. El actor reconoce que le encanta esta película, sorprendiendo a más de uno que éste supiera cantar y bailar. Hacen buena pareja en pantalla, tienen química, aunque el verdadero amor en la vida de Brice fuera Nick Armstein, al que da vida aquí de nuevo el atractivo Omar Sharif. Un joven Roddy McDowall es aquí el paño de lágrimas de Streisand. A mí, que no soy nada amante de los musicales, me ha gustado muchísimo, así que no puedo dejar de recomendarla a todo aquel que disfrute con este género.
Un saludo,
Tess.
"Cuán afortunada puedes ser".

Lo que hace Al Pacino en esta película es simplemente maravilloso. Como maravillosa es esta enorme película, remake americano de una italiana protagonizada ni más ni menos que por el gran Vittorio Gasman, la cual tengo que ver, porque ésta "Esencia de mujer" me ha dejado con ganas de mucho más. Pacino se llevaría el Oscar y el Globo de oro al mejor actor del año y no es para menos. El actor se ayudaría para prepararse su complicado personaje de teniente coronel del ejército americano ciego asistiendo a una escuela para invidentes. Comentaba Pacino que durante el tiempo que pasaba fuera de rodaje seguía comportándose como si no pudiera ver, llevando su bastón a todas partes y no mirando a la cara a nadie. Precisamente, el truco del actor para poder representar su ceguera correctamente era el de no concentrar su mirada nunca en nada en concreto. Por aquí algún que otro usuario afirma que Pacino no se merecía el Oscar y que es un papel hecho justo para que se lo llevara por lo de causar cierta pena por su falta de visión, que lo que hace Pacino en esta película es fácil. Yo no puedo estar más en desacuerdo. Desde luego yo no me atrevería ni siquiera a intentar hacer lo que el italoamericano consigue aquí. Para mí más que merecido su premio y cualquier elogio que se le haga por ello. Pero es que un joven Chris O'Donnell no puede estar más perfecto aquí como su contrapunto. Creo, sinceramente, que O'Donnell ha sido un actor muy infravalorado y desaprovechado. En los 90 tuvo una buena racha de películas pero actualmente es verdaderamente difícil verle en una pantalla de cine. A mí me gusta y aquí está impresionante, sin arrugarse lo más mínimo ante una fiera de la interpretación como es Pacino. Por su papel lucharían actores como Ben Affleck, Matt Damon, Brendan Fraser o Stephen Dorff. Para el papel de Pacino, la primera elección fue Jack Nicholson. La guapa Gabrielle Anwar protagoniza la impresionantemente bella escena del tango con Pacino, una escena que llevó dos semanas de entrenamiento con dos coreógrafos y tres días de rodaje y que es una de las escenas más bonitas del cine para mi gusto. Un jóven Phillip Seymour Hoffman tiene aquí uno de sus primeros papeles, el que según el actor cambiaría su carrera cinematográfica. Muy buena película, os la recomiendo.
Un saludo,
Tess

Los hermanos Coen saben de cine, sin duda. Normalmente, sus películas son una maravilla visual y técnicamente. Siento un gran respeto por ellos como cineastas, me suelen gustar sus películas, "muerte entre las flores" y "Fargo" me parecen sus mejores trabajos, aunque con "Barton Fink", considerada por muchos como su obra más personal, me dejaron más bien fría. Aquí vuelven a dar muestras de su sabiduría y nos traen un trabajo no apto para todos los paladares, una película lenta, que necesita su tiempo, su recorrido, y una muestra del amor de estos hermanos por el arte en general. Aquí le hacen un pequeño homenaje a la música folk americana de principios de los 60 y a sus artistas. Los artistas son gente especial, están hechos de otra pasta, yo que he convivido con ellos lo puedo afirmar. Ellos viven en otro mundo. Como Llewyn Davis, el protagonista de esta odisea, piensan que sólo ellos saben vivir y que los demás mortales que no entendemos su arte solo os dedicamos a existir sin vivir la vida realmente. Admiro a los artistas que luchan por su arte y que pretenden vivir de él. Eso es algo verdaderamente difícil hoy en día y para el cantante folk Llewyn Davis también lo fue en los años 60 americanos. Todo un paseo por ese género de música del que servidora no es especialmente seguidora. Un placer de película para los amantes de la música en general y para los amantes del folk en particular. Un Oscar Isaac en estado de gracia con un personaje que borda de principio a fin. Me ha enamorado este actor de madre guatemalteca y padre cubano, maravillosa su actuación y su voz, maravillosas sus miradas y su melancolía. Junto a él, una Carey Mulligan como a mí me gusta, con más mala leche de la que habitualmente muestra en sus actuaciones y un Justin Timberlake totalmente alejado de su imagen popular para demostrar que va en serio en el mundo del cine. Los Coen le dan a su actor fetiche, John Goodman, un papel innecesario para mi y que me resulta lo más pesado de todo el film. Y como un personaje más, el precioso grato Ulises, al que los directores llegaron a odiar por todos los problemas que creó a la hora de rodar.
Un saludo,
Tess